La Justicia rusa impuso una multa de 4 millones de rublos al servicio de mensajería Telegram por no retirar informaciones prohibidas tras las solicitudes de las autoridades. El Tribunal Taganski de Moscú declaró a Telegram culpable de cometer una infracción administrativa, imponiendo la misma multa que en ocasiones anteriores. Sin embargo, no se especifica el contenido prohibido que se negó a eliminar la red de mensajería.
Desde el inicio de la guerra en Ucrania, Rusia ha multado a importantes compañías de internet como Google, Telegram, Facebook, Twitter y TikTok por mantener informaciones relacionadas con la ofensiva rusa. El fundador de Telegram, Pável Durov, fue arrestado por las autoridades francesas en agosto y luego puesto en libertad bajo fianza. La Justicia francesa le imputó 12 cargos, desde blanqueo de crímenes hasta complicidad en la difusión de imágenes pederastas.
Después de estos acontecimientos, Telegram introdujo cambios en sus políticas de seguridad, aunque Dúrov negó que fueran sustanciales y admitió que desde 2018 revelaba datos de usuarios a petición de las autoridades. Estas medidas no han evitado que la empresa siga recibiendo multas por mantener informaciones prohibidas en su plataforma. La corte no detalla cuál era exactamente el contenido que infringía las normativas.
La presión sobre Telegram y otras plataformas digitales por mantener información prohibida se mantiene en Rusia. Además de las multas, se han tomado medidas legales como el arresto de Durov en Francia. La situación ha llevado a la red de mensajería a modificar sus políticas de seguridad, aunque se cuestiona la efectividad de estas medidas. La controversia continúa en torno a la privacidad de los usuarios y la colaboración con las autoridades.
A pesar de las multas y las presiones legales, Telegram sigue operando y enfrentando desafíos en relación con la regulación de contenidos en Rusia. Aunque ha introducido cambios en sus políticas, algunos cuestionan la eficacia de estas medidas. La polémica en torno a la colaboración con las autoridades y la privacidad de los usuarios persiste, mientras la empresa sigue siendo objeto de sanciones en relación con informaciones prohibidas en su plataforma. La situación legal de Telegram en Rusia sigue siendo tema de controversia.