Al menos 1.100 millones de personas viven en la pobreza, casi la mitad se encuentran en países en guerra o en paz frágil, según un informe de Naciones Unidas. Más de la mitad de las personas pobres, 584 millones, son niños. La pobreza es más grave en zonas rurales que urbanas, con un 28% de población pobre en las primeras frente al 6,6% en las segundas. En África y Asia se concentra la mayor parte de la pobreza, con 553 millones y 402 millones, respectivamente.
En África subsahariana, subregiones como el Sahel están más afectadas por la pobreza. Los países más pobres de la región son Níger, Chad, República Centroafricana, Burundi, Madagascar y Mali. En Latinoamérica, un 3% de los 1.100 millones de pobres vive en esta región. La pobreza se concentra en países de desarrollo medio, donde viven en esta situación 749 millones de personas. La mitad de la población pobre carece de electricidad y 482 millones viven en familias donde los niños han tenido que dejar los estudios.
El informe revela que la tasa de pobreza en países en guerra es del 34,8%, mientras que en el resto es del 10,9%. De los 455 millones de personas pobres en países en conflicto, 218 millones están en naciones en guerra. Los conflictos han intensificado y multiplicado en los últimos años, con nuevas cifras de víctimas y desplazados. En estos países, se necesitan recursos y acceso a intervenciones especializadas para romper el ciclo de pobreza y crisis.
Los países en guerra tienen mayores privaciones en los indicadores de pobreza multidimensional. Por ejemplo, en estos países más de una de cada cuatro personas pobres carece de electricidad. La reducción de la pobreza es más lenta en situaciones de conflicto, por lo que los pobres en esas situaciones se están quedando atrás. El informe estudia en profundidad el caso de Afganistán, donde 5,3 millones de personas más cayeron en la pobreza multidimensional durante un período turbulento.
El Índice de Pobreza Multidimensional se elabora teniendo en cuenta diez indicadores, como nutrición, salud, educación, acceso a servicios básicos y nivel de vida. El impacto devastador del conflicto en las poblaciones más vulnerables del mundo es evidente en este estudio. Se destaca la importancia de invertir en la paz para poner fin a la pobreza. Los datos recopilados en el informe buscan concienciar sobre la situación de pobreza en el mundo y la urgencia de tomar medidas para erradicarla.