Existe un 60% de probabilidad de que se desarrolle un evento de La Niña en las próximas semanas, según el Centro de Predicción Climática de la NOAA. La Niña es parte de un ciclo climático natural que puede provocar eventos de clima extremo en todo el mundo, con efectos que varían según la región. Aunque no hay garantías de que se desarrolle, se prevén ciertas tendencias generales, como lluvias por encima del promedio en el norte de Sudamérica y sequías en el sur de Estados Unidos y México.
La Niña es la fase fría de El Niño-Oscilación del Sur, un patrón climático global causado por cambios en las temperaturas del viento y del mar en el Pacífico. Durante La Niña, los vientos alisios se intensifican y hacen ascender aguas frías del océano, generando temperaturas oceánicas más frías en el Pacífico oriental. Estas diferencias de temperatura impactan la posición de la corriente en chorro, que influye en la trayectoria de tormentas y lluvias en diferentes regiones del mundo. Recientemente, hubo un evento de La Niña triple entre 2020 y 2023, lo que es inusual.
Los impactos climáticos de La Niña varían según la ubicación y la temporada. En Sudamérica, regiones como el este de Argentina pueden experimentar sequías, mientras que en Colombia, Venezuela y el norte de Brasil se esperan más lluvias de lo normal. En Estados Unidos, regiones como el noreste y el valle de Ohio pueden registrar condiciones más húmedas y tormentas frecuentes, mientras que el centro y el sur del país pueden tener frentes fríos y nevadas impredecibles. Las regiones del sur y sureste de Estados Unidos suelen ser más áridas y cálidas durante La Niña.
El vínculo entre La Niña, El Niño y el cambio climático no está completamente claro para los científicos. Algunos modelos climáticos indican que El Niño será más frecuente y La Niña menos frecuente en el futuro, pero hay discrepancias. Los modelos por computadora tienen dificultades para distinguir entre las variaciones normales en las fases de El Niño y La Niña y la influencia del cambio climático en el calentamiento de los océanos y la atmósfera. Se cree que la naturaleza presenta grandes variaciones por sí misma, por lo que el cambio climático podría tener un impacto en estos eventos en las próximas décadas.
En resumen, se espera que se desarrolle un evento de La Niña con un 60% de probabilidad en las próximas semanas, con efectos climáticos que pueden variar en diferentes regiones del mundo. La Niña es la fase fría de El Niño-Oscilación del Sur y afecta la temperatura del mar y del viento en el Pacífico, lo que puede provocar eventos de clima extremo. Los impactos de La Niña incluyen sequías en algunas regiones y lluvias por encima del promedio en otras, así como cambios en la corriente en chorro que influyen en las tormentas y las precipitaciones. Aunque el vínculo entre La Niña, El Niño y el cambio climático no está del todo claro, se espera que el cambio climático tenga efectos en la frecuencia de estos eventos en el futuro.