El Senado de Kenia aprobó la destitución del vicepresidente Rigathi Gachagua, un acto sin precedentes en la historia del país africano. Tras dos días de juicio político, los senadores votaron a favor del "impeachment" contra el vicepresidente, quien no pudo defenderse en persona ante los parlamentarios debido a problemas de salud. La moción requería al menos dos tercios de los 67 miembros del Senado para respaldar al menos uno de los once cargos presentados contra Gachagua, y finalmente 45 senadores votaron a favor de 5 de los cargos, que incluían corrupción y promoción de la discriminación étnica.
El presidente del Senado, Amason Kingi, anunció que Rigathi Gachagua cesaba en su cargo como vicepresidente debido a los cargos presentados en su contra. Sin embargo, el vicepresidente también recibió apoyo de algunos senadores, incluido el legislador John Methu, quien expresó su desacuerdo con la destitución y advirtió sobre las consecuencias negativas que podría tener para el país. La destitución de Gachagua se produce en medio de un clima político tenso en Kenia, con acusaciones de corrupción y discriminación étnica que han generado división y controversia en el país.
El vicepresidente Gachagua fue acusado de corrupción, insubordinación, intimidación y humillación hacia funcionarios públicos, entre otros cargos. A pesar de recibir cierto apoyo de algunos senadores, la mayoría votó a favor de su destitución, lo que marca un hito en la historia política de Kenia. La destitución del vicepresidente refleja el compromiso del Senado con la transparencia y la rendición de cuentas, así como la voluntad de actuar contra la corrupción y el abuso de poder en el país.
La destitución de Rigathi Gachagua es un acontecimiento sin precedentes en Kenia y ha generado debate y controversia en el país. Algunos sectores de la sociedad han apoyado la decisión del Senado, mientras que otros han expresado su desacuerdo y preocupación por las repercusiones políticas y sociales que podría tener en el país. La destitución del vicepresidente es un recordatorio de la importancia de la responsabilidad y la integridad en la política, así como de la necesidad de garantizar que los líderes públicos rindan cuentas por sus acciones.
El proceso de destitución de Gachagua pone de manifiesto los desafíos políticos y éticos a los que se enfrenta Kenia en su lucha contra la corrupción y el abuso de poder. La decisión del Senado de destituir al vicepresidente demuestra la determinación del país de erradicar la corrupción y promover la transparencia en la política. A pesar de las divisiones y controversias que pueda generar, la destitución de Gachagua es un paso importante hacia la consolidación de una democracia sólida y responsable en Kenia.