El presidente ruso, Vladímir Putin, mostró que no está aislado de Occidente al inaugurar la cumbre del grupo BRICS, integrado por China, India, Irán y Egipto, que representa la nueva "mayoría mundial". Putin enfatizó que la autoridad y la influencia de la alianza han aumentado, y se propuso fortalecer la organización. Esta fue la primera reunión internacional en Rusia desde el comienzo de la guerra en Ucrania, que ha llevado a sanciones contra el país.
El Kremlin ha resaltado que los países miembros del BRICS son una alternativa al monopolio occidental, representando un tercio de la economía mundial y cerca de la mitad de la población del planeta. Putin se reunió con líderes de China, India, Egipto y Sudáfrica, así como con la presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo de BRICS, Dilma Rousseff. A pesar de su ausencia en la cumbre del G20 en Brasil debido a una orden de arresto del Tribunal Penal Internacional, Putin recibió a líderes de América Latina, Asia y África en la ciudad rusa de Kazán.
La cumbre del BRICS se ha convertido en una plataforma para demostrar que Rusia no está aislada internacionalmente, y que cuenta con el respaldo de países emergentes y en desarrollo. Putin busca fortalecer la posición de esta alianza como contrapeso al predominio occidental en la economía mundial. El presidente ruso realizó una serie de reuniones bilaterales con los líderes presentes, destacando la importancia estratégica de los lazos que unen a estos países en desarrollo.
A pesar de las tensiones con Occidente debido a la guerra en Ucrania, Putin busca reforzar la cooperación con otras potencias emergentes a través del BRICS. La presencia de China, India, Egipto y otros países en la cumbre demuestra el interés en fortalecer esta alianza como un contrapeso al poder occidental. La cita en Kazán fue una oportunidad para reafirmar el papel del BRICS en la economía global y para mostrar que Rusia sigue siendo un actor relevante en el escenario internacional.
La participación de líderes de diferentes regiones del mundo en la cumbre del BRICS resalta la importancia de esta alianza como un bloque económico y político emergente. Putin aprovechó la ocasión para renovar su compromiso con el fortalecimiento del grupo y para destacar su papel como una alternativa al dominio occidental. La cumbre en Kazán demostró que el BRICS se consolida como un actor clave en la escena internacional, con un potencial significativo para tratar desafíos globales y promover un desarrollo más equitativo y sostenible en el mundo.