El grupo BRICS, formado por Rusia, China, Brasil, India, Sudáfrica, Irán, Emiratos Árabes, Egipto y Etiopía, condenó las sanciones unilaterales no respaldadas por la ONU y llamaron a levantar las ya existentes, argumentando que contradicen el derecho internacional y perjudican a los sectores más vulnerables de la población de los países sancionados. En una reunión en Kazán, los nueve países denunciaron que estas medidas coercitivas tienen graves consecuencias para los derechos humanos y el derecho al desarrollo de las personas afectadas.
Los BRICS expresaron su profunda preocupación por el impacto negativo de las sanciones en la economía mundial, el comercio internacional y el cumplimiento de los objetivos de desarrollo estable. Además, señalaron que estas medidas socavan los estatutos de la ONU, el sistema comercial multilateral, el desarrollo sostenible y los acuerdos sobre la protección del medio ambiente. Las sanciones también afectan el crecimiento económico, la energía, la salud y la seguridad alimentaria, empeorando la situación de pobreza y los problemas ambientales.
La declaración de Kazán fue aprobada después de dos reuniones del grupo BRICS en formato reducido y ampliado que se extendieron por más de cuatro horas. Antes de la cumbre, el líder ruso se reunió con los líderes de los países fundadores del grupo y continúa las reuniones con otros mandatarios presentes en la cita en Kazán, incluyendo líderes de BRICS y dirigentes de países como Venezuela o Turquía. En el documento, los países del BRICS llamaron a erradicar estas medidas unilaterales y destacaron el impacto desproporcionado que sufren los sectores más vulnerables de la población afectada por las sanciones.
En la reunión, los miembros del BRICS enfatizaron la importancia de respetar el derecho internacional y evitar la imposición de sanciones unilaterales que van en contra de los principios de colaboración y desarrollo sostenible. Señalaron que las sanciones económicas y secundarias tienen efectos devastadores en la población de los países sancionados, especialmente en los sectores más vulnerables. También destacaron que estas medidas afectan negativamente al crecimiento económico, la seguridad alimentaria, la salud y la mitigación de la pobreza, creando problemas adicionales a nivel económico y ambiental.
En resumen, la reunión del grupo BRICS en Kazán resultó en una declaración conjunta en la que los nueve países condenaron las sanciones unilaterales, destacando su impacto negativo en los derechos humanos, el desarrollo sostenible y la economía mundial. Los miembros del BRICS llamaron a erradicar estas medidas y respetar el derecho internacional para promover la cooperación y el crecimiento equitativo. La preocupación por el impacto desproporcionado en los sectores más vulnerables de la población de los países sancionados fue uno de los puntos clave discutidos en la reunión, que busca promover un enfoque más inclusivo y solidario en las relaciones internacionales.