Un hombre llamado Endri Rigoberto Alonso Pérez (Ñeco), de 40 años de edad, mató a su cuñada de 18 años, Daniela Elías, con dos picazos en el sector Andrés del municipio de Boca Chica. Al parecer, la joven se negó a mantener una relación sentimental con él, lo que desencadenó el trágico suceso. El crimen ocurrió delante de la hija de dos años de la víctima, aprovechando que el hermano de Ñeco había salido de la casa.
Rosario Guzmán, esposo de la víctima, mencionó que en ocasiones anteriores su cuñada le había mencionado que Ñeco la acosaba y que intentaba forzarla a tener una relación con él. A pesar de que ella le había comunicado la situación a su esposo, al parecer no se había tomado ninguna acción al respecto. Por otro lado, una amiga de la joven afirmó que la víctima había mencionado que Ñeco la acosaba y la forzaba, pero que a pesar de que se lo contó a su esposo, no se había hecho nada al respecto.
Tras cometer el crimen, Ñeco se entregó a las autoridades alegando que su cuñada y su madre le practicaban brujería, lo cual pudo haber sido el motivo detrás de su violenta reacción. El homicida es hermano de un hombre conocido como "Bebo", quien era pareja de la joven asesinada. Los vecinos de la zona están impactados por la tragedia, sobre todo porque mencionan que Ñeco era considerado un hombre cristiano, lo que agrava aún más la situación.
Este trágico incidente ha conmocionado a la comunidad de Boca Chica y ha dejado al descubierto problemas de violencia de género y acosos que muchas mujeres pueden enfrentar a diario. La falta de acción por parte de las autoridades ante las denuncias previas de acoso y forzamiento de relaciones por parte del agresor, evidencia una brecha en la protección de las mujeres en situaciones de vulnerabilidad. Es importante que se tomen medidas efectivas para prevenir casos como este y garantizar la seguridad de las mujeres en la sociedad.
Las declaraciones de Rosario Guzmán revelan que la víctima había manifestado su situación de acoso por parte de Ñeco, lo que sugiere que había sido víctima de violencia y acoso previamente. La amiga de la joven también confirma que ella había mencionado que el agresor la acosaba y la forzaba, sin que se tomara ninguna acción al respecto. Este caso pone de manifiesto la importancia de creer y apoyar a las mujeres que denuncian situaciones de violencia, así como la necesidad de implementar medidas de prevención y protección efectivas.
El hecho de que el agresor se haya entregado a las autoridades señalando que la víctima y su madre le practicaban brujería, muestra una clara falta de responsabilidad por parte del agresor al intentar justificar su acción violenta. El asesinato de Daniela Elías es un trágico recordatorio de la violencia que pueden enfrentar las mujeres en contextos de relaciones familiares o de pareja, y la urgencia de abordar este tipo de situaciones de manera efectiva a través de la implementación de políticas y medidas de prevención.