La Fiscalía de Los Ángeles ha solicitado la reapertura del caso de los hermanos Lyle y Erik Menéndez, quienes fueron condenados a cadena perpetua en 1996 por el asesinato de sus padres. La decisión final sobre la reapertura del caso la tomará un juez. El abogado de los hermanos, Mark Geragos, considera que deberían ser liberados debido a nuevas pruebas presentadas en el caso ante la oficina del fiscal George Gascón, incluyendo una carta confesando abusos sufridos.
Una de las nuevas pruebas presentadas es una carta supuestamente enviada por uno de los hermanos a un miembro de la familia confesando ser víctima de abusos antes del asesinato. Además, un integrante del grupo Menudo ha afirmado que José Menéndez abusó de él en una visita a su casa. George Gascón ha expresado que la Fiscalía considera que los hermanos cometieron los asesinatos, pero revisarán las pruebas para determinar si es necesaria una nueva sentencia.
El crimen ocurrió en agosto de 1989 en Beverly Hills, donde los hermanos encontraron los cuerpos de sus padres sin vida con escopetas que habían comprado días antes del ataque. Tras heredar la fortuna de su padre, los hermanos comenzaron a llevar una vida de lujos y excesos, lo que levantó sospechas. La novia del psicólogo de Erik informó a la Policía sobre sesiones grabadas en las que admitía su culpabilidad.
A pesar de las acusaciones de la Fiscalía de buscar heredar la fortuna familiar, los hermanos aseguran que sus acciones fueron resultado de abuso físico, emocional y sexual por parte de su padre. Durante su tiempo en prisión, los hermanos crearon programas para asesorar a otros reclusos y obtuvieron títulos universitarios. La familia ha lanzado una campaña en línea en busca de apoyo público para la liberación de los hermanos, quienes tienen raíces cubanas.
El caso de los hermanos Menéndez ha generado controversia y debate sobre la revisión de sus condenas a cadena perpetua, especialmente a raíz de las nuevas pruebas presentadas. La posibilidad de liberación de los hermanos dependerá de la decisión final de un juez. A pesar de la condena inicial por el asesinato de sus padres, la reapertura del caso y las nuevas pruebas podrían arrojar luz sobre las circunstancias que rodearon el crimen y la vida de los hermanos Menéndez después del mismo.