Movimientos conspiracionistas han utilizado desinformación para perjudicar a los demócratas relacionando falsamente a celebridades y figuras del Partido Demócrata con acusaciones de pedofilia, aprovechando el caso de Sean ‘Diddy’ Combs y la candidatura de Kamala Harris. Expertos señalan similitudes con otras teorías de la conspiración, como el 'Pizzagate' o las acusaciones a Jeffrey Epstein.
La detención de Sean ‘Diddy’ Combs por crímenes de trata y explotación sexual generó una ola de desinformación y conspiraciones que involucraban a famosos como Beyoncé, Justin Bieber o Jaden Smith en una supuesta red de tráfico de menores liderada por el rapero, sin pruebas sólidas que respalden estas afirmaciones. Estos relatos, a pesar de su falta de fundamento, se han viralizado en redes sociales como X y TikTok.
Las teorías conspirativas suelen utilizar a celebridades para aumentar su popularidad, como explica la investigadora Annie Kelly, especializada en temas de extrema derecha y teorías de la conspiración. En este caso, las historias que relacionan a 'Diddy' con Kamala Harris han cobrado fuerza en internet, llegando incluso a ser manipuladas digitalmente para difundir falsedades sobre la demócrata.
La imagen manipulada digitalmente publicada por Donald Trump en la que aparecía Kamala Harris con Sean ‘Diddy’ Combs tuvo un gran impacto en línea, aumentando significativamente las publicaciones que vinculaban a ambos personajes. Mensajes en redes sociales acusaban a Harris de pedofilia y afirmaban que la falsa fotografía era prueba de una relación con el rapero, alimentando la desinformación.
El periodista Mike Rothschild destaca que la mayoría de la desinformación sobre el caso de 'Diddy' se basa en teorías que conectan a Bill Clinton con Jeffrey Epstein, sin pruebas reales de dicha conexión. Elon Musk también ha compartido información falsa que vincula a famosos que apoyan a Harris con crímenes de 'Diddy' y Epstein, mostrando cómo estas teorías se entrelazan en la era de las redes sociales.
Estas teorías se basan en el caso 'Pizzagate', que vinculaba a Hillary Clinton con una trama de prostitución infantil durante las elecciones presidenciales de 2016, así como con el caso de Jeffrey Epstein. Todas estas historias tienen en común la asociación de delitos reales con figuras prominentes del Partido Demócrata y la creencia en una red de tráfico y abuso de niños, explotadas por el movimiento 'QAnon'.