Israel atacó objetivos militares en Irán como respuesta a los misiles balísticos disparados por la República Islámica sobre Israel. El ejército israelí atacó instalaciones utilizadas por Irán para fabricar misiles, así como sitios de misiles tierra-aire. Se desconoce si se alcanzaron instalaciones petrolíferas o de misiles, lo que podría suponer una escalada más grave. Se escucharon explosiones en Teherán y se reportó la muerte de dos soldados iraníes en el ataque.
Este incidente podría acercar a los dos países a una guerra total en un momento de creciente violencia en Oriente Medio. Grupos insurgentes respaldados por Irán, como Hamás en Gaza y Hezbollah en Líbano, ya están en guerra con Israel. Tras los ataques, el Ministerio de Exteriores iraní indicó que tenía derecho a la autodefensa y que se considera con el derecho y la obligación de defenderse contra actos de agresión extranjeros.
El vocero militar israelí, el contraalmirante Daniel Hagari, señaló que Irán había atacado Israel en dos ocasiones, poniendo en peligro a civiles, y que había pagado el precio por ello. Israel está centrado en sus objetivos de guerra en la Franja de Gaza y en Líbano, y considera que es Irán quien presiona para una escalada regional más amplia. Fotos y videos mostraron al primer ministro, Benjamin Netanyahu, y al ministro de Defensa, Yoav Gallant, reunidos con asesores militares en un centro de mando y control del ejército en Tel Aviv.
Israel y Irán han estado en conflicto durante años, con tensiones cada vez mayores en los últimos tiempos. Israel ve a Irán como una amenaza existencial, debido a su apoyo a grupos militantes en la región y a su programa nuclear. Irán, por su parte, considera a Israel como un enemigo que debe ser eliminado y ha prometido destruir al estado judío. Los ataques recientes podrían empujar a los dos países hacia una guerra abierta, con consecuencias impredecibles para la región.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la escalada de violencia entre Israel e Irán. Varios países han instado a la contención y a una solución negociada para evitar una guerra total en Oriente Medio. La ONU ha llamado al cese de las hostilidades y al diálogo entre las partes para encontrar una solución pacífica al conflicto. La situación sigue siendo volátil y el mundo está atento a cualquier desarrollo que pueda empeorar la crisis en la región.
Es crucial que todas las partes involucradas en el conflicto ejerzan la moderación y eviten acciones que puedan llevar a una escalada adicional. La guerra en Oriente Medio tendría graves consecuencias para la estabilidad regional y para la seguridad global. Es necesario buscar una solución diplomática que permita resolver las diferencias entre Israel e Irán de manera pacífica y evitar una confrontación armada que solo traería sufrimiento y destrucción a la región.