El clérigo Naim Qassem, que ha sido durante más de tres décadas el número dos de Hizbulá, fue elegido como líder de la formación luego de que la cúpula del grupo fuera aniquilada por Israel en el último año de la guerra contra el Líbano en 1982. Nacido en 1953 en Beirut, es considerado uno de los principales ideólogos de Hizbulá y el defensor del pensamiento del grupo. Es autor de un libro sobre la historia y las ideas de la organización, y ha sido parte de la militancia política chií en el Líbano desde su juventud, participando en la formación de Hizbulá para resistir la invasión israelí en 1982.
Qassem ha sido el principal representante político de Hizbulá y coordinador de las campañas electorales del grupo. Fue nombrado vicesecretario general en 1991 por el líder Abás al Musawi, quien también fue asesinado por Israel en 1992. Tras la muerte de Nasrala, el líder anterior, Qassem se convirtió en el nuevo líder de la formación. Israel ha continuado atacando a altos cargos de Hizbulá en un intento por minar la moral del grupo y sus capacidades militares, pero Qassem ha asegurado que la organización mantiene su compostura y ritmo de operaciones contra Israel.
A diferencia de otros altos cargos de Hizbulá, Qassem ha dado la cara públicamente en varias ocasiones e incluso ha concedido entrevistas a medios extranjeros. En una entrevista con la cadena NBC en 2024, afirmó que el grupo estaba comprometido a no intensificar los enfrentamientos fronterizos con Israel. A pesar de la campaña de bombardeos de Israel que provocó una escalada de violencia sin precedentes, Qassem ha mantenido una postura firme y ha asegurado que Hizbulá sigue operando con normalidad.
El clérigo ha sido el portavoz de la "idea" de Hizbulá y ha jugado un papel clave en la defensa de las posiciones políticas y militares del grupo. Ha sido una figura destacada en el movimiento chií en el Líbano y se ha erigido como un líder de influencia en la región. Su elección como líder de Hizbulá marca un momento crítico para la organización, que ha sufrido varios golpes duros en los últimos años, pero que sigue firme en su resistencia contra Israel y en la defensa de los intereses del pueblo libanés.
Con la elección de Naim Qassem como líder de Hizbulá, se espera que la organización continúe su lucha contra la ocupación israelí en el Líbano y su apoyo a otras fuerzas chiíes en la región. Qassem, con su experiencia y conocimiento de la historia y las ideas de Hizbulá, se perfila como un líder capaz de guiar al grupo en un momento de incertidumbre y desafíos. Su liderazgo representa una continuidad en la línea ideológica y política de Hizbulá, y un compromiso con la resistencia y la defensa de los intereses de la comunidad chií en el Líbano y en la región.