En las elecciones intermedias de 2022 en Estados Unidos, los demócratas perdieron el control de la Cámara de Representantes pero mantuvieron la mayoría en el Senado. Este Congreso número 118 incluye un récord de 61 miembros de origen latino o hispano, lo que ha llevado a un bloqueo constante de medidas en ambas cámaras. La cooperación del Congreso es crucial para que el presidente pueda llevar a cabo sus iniciativas, por lo que el control del mismo por parte del partido del presidente es fundamental.
La polarización política actual ha hecho que los votantes ya no dividan sus votos entre partidos para la presidencia y el Congreso, como solía suceder en el pasado. Actualmente, los demócratas tienen una leve ventaja en intención de voto según los sondeos, pero la diferencia es mínima. Además, los demócratas lideran en movilización y recaudación de fondos para las elecciones. A pesar de esto, las encuestas recientes sugieren un posible cambio de color en ambas cámaras del Congreso.
Los demócratas necesitan ganar cuatro escaños más para recuperar el control de la Cámara de Representantes, mientras que los republicanos tienen la posibilidad de tomar el control del Senado con una ganancia de uno o dos escaños, dependiendo del vicepresidente. Las esperanzas de los demócratas están puestas en estados como California, Arizona, Iowa, Nueva York, Nebraska, Oregón y Pensilvania, según el recuento del Cook Political Report. La participación latina se considera crucial para el Partido Demócrata.
Para las próximas elecciones al Congreso en 2026, estarán en juego nuevamente los 435 escaños de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado. En este sentido, la participación y movilización de los votantes será clave en el resultado de las elecciones. Se espera que las caras en el liderazgo del Congreso puedan cambiar, dependiendo de los resultados de los comicios. El partido en el poder necesita el control del Congreso para convertir sus ideas en políticas reales.
En resumen, las elecciones intermedias de 2022 en Estados Unidos son cruciales no solo para elegir al próximo presidente, sino también para determinar el equilibrio de poder en el Congreso. Con un Congreso dividido y polarizado, la cooperación entre el presidente y el Congreso es esencial para poder implementar políticas efectivas. Tanto demócratas como republicanos están haciendo sus cuentas para conseguir el control de las cámaras en las elecciones venideras, con un enfoque especial en la participación latina y la movilización de votantes.