Según un estudio actualizado de la Fundación Vida Sin Violencia, se revela que hay 46 niños huérfanos a causa de 62 feminicidios en la República Dominicana. La orfandad es una condición conmovedora, especialmente para los niños, que quedan a la deriva y enfrentan un futuro incierto. Esta situación se agrava cuando la orfandad es causada por violencia intrafamiliar, lo cual deja a los menores envueltos en sentimientos de tristeza y enojo.
La presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia, Yanira Fondeur, menciona que según el estudio realizado por la antropóloga Tahira Vargas, se registraron 62 feminicidios, dejando a 46 niños huérfanos como resultado. La violencia de género en la República Dominicana afecta al 68.8% de las mujeres de 15 años o más, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas al año 2020. Esta problemática es un fenómeno cotidiano que impacta a las mujeres a lo largo de sus vidas.
Los resultados de la investigación revelan que los niños huérfanos por feminicidios a menudo son separados de sus hermanos y trasladados a familias que continúan educándolos bajo una cultura de malos tratos. Además, no reciben la ayuda psicológica necesaria del Estado, lo que lleva a problemas como la agresividad y la deserción escolar. Se destaca la importancia de generar una transformación cultural para prevenir la violencia y cambiar creencias que perpetúan los malos tratos.
Yanira Fondeur hace un llamado a comprender la realidad de la niñez huérfana por feminicidios y detectar posibles vacíos en las respuestas institucionales. A través de la investigación se ofrecen recomendaciones al Estado y a entidades que trabajan en este tema, con el objetivo de favorecer a esta población y garantizarles una vida digna. Es fundamental brindar el apoyo necesario para el desarrollo integral de estos niños afectados por la violencia intrafamiliar.
La investigación amplió datos de Tahira Vargas con información del Ministerio de la Mujer sobre los feminicidios y las familias que acogen a los niños huérfanos. Se realizaron entrevistas y grupos focales con diversos actores, incluidas familias, instituciones educativas, organizaciones comunitarias y gubernamentales. Se evidenció la vulnerabilidad en la que viven estos niños y adolescentes víctimas de violencia de género, que han sido testigos indirectos de situaciones violentas en sus hogares.
Las entrevistas realizadas revelan situaciones alarmantes, donde los feminicidas habían expresado su intención de matar a las mujeres, y estas habían advertido a sus hijos ante la amenaza. A pesar de medidas judiciales, como órdenes de alejamiento, no fueron suficientes para detener a los feminicidas. Las madres asesinadas intentaron proteger a sus hijos con advertencias, dejando a las familias y a los menores en una situación de vulnerabilidad y trauma. Es crucial implementar medidas efectivas para proteger a las mujeres y prevenir futuras tragedias.