John Alfred Tinniswood, el hombre más longevo del mundo, falleció recientemente a la edad de 112 años en su residencia en el Reino Unido. A lo largo de su vida, vivió importantes eventos históricos como las dos guerras mundiales y el nacimiento de tecnologías cruciales para la humanidad. Sus lecciones sobre la longevidad, la moderación y la suerte se convirtieron en parte esencial de su filosofía de vida.
Nacido en 1912 en Liverpool, Tinniswood fue testigo de eventos como la Primera y Segunda Guerra Mundial, la exploración del espacio y la caída del Muro de Berlín. Su experiencia militar durante la Segunda Guerra Mundial lo llevó a desempeñar roles administrativos vitales para el Ejército Británico. Posteriormente, trabajó en empresas como Royal Mail, Shell y BP, destacando por su habilidad en matemáticas y su disciplina desde una temprana edad.
A pesar de su longevidad, Tinniswood no creía en secretos mágicos para una vida larga. En cambio, destacaba la moderación como clave importante. Nunca fumó y limitó su consumo de alcohol, disfrutando de pequeñas indulgencias como pescado con papas fritas en moderación. Recomendaba evitar los excesos en todos los aspectos de la vida para mantener la salud y la longevidad.
La vida personal de Tinniswood también fue fundamental para su longevidad. Se casó con Blodwen en 1942, con quien compartió 44 años de matrimonio y tuvo una hija, Susan. A pesar del fallecimiento de su esposa en 1986, Tinniswood mantuvo un fuerte vínculo con su hija, nietos y bisnietos. Su carácter amable, su habilidad para mantener relaciones duraderas y su capacidad para afrontar las crisis con calma fueron cualidades que lo acompañaron a lo largo de su vida.
En 2024, Guinness World Records reconoció a Tinniswood como el hombre más viejo del mundo, generando admiración a nivel mundial. Su popularidad se reflejó en numerosos mensajes y cartas de felicitación recibidos a lo largo de los años. Además, su pasión por el Liverpool Football Club fue una parte importante de su vida, permitiéndole compartir experiencias con la comunidad de seguidores y recordar la época en la que asistía a partidos como hincha apasionado.