La policía de Nueva Jersey, una ciudad donde residen más de 80 mil dominicanos, ha comenzado a utilizar pistolas eléctricas, también conocidas como CED, como una opción menos letal en situaciones en las que un individuo no cumple con las normas. El departamento policial está capacitando a todos los oficiales y supervisores para que puedan hacer uso de estas armas de forma adecuada en caso de necesidad. Un alto oficial de policía de Paterson señaló que cualquier medida que evite el uso de fuerza letal por parte de los oficiales es positiva para el departamento, ya que brinda una alternativa de último recurso que no es letal.
El uso de pistolas eléctricas forma parte de un plan estratégico para reformar el Departamento de Policía de Paterson, el cual ha estado bajo control de la oficina del Fiscal General desde 2023. Estas armas están diseñadas para incapacitar a una persona o animal mediante descargas eléctricas que imitan las señales nerviosas y confunden a los músculos motores, principalmente en brazos y piernas. Esto inmoviliza temporalmente al objetivo, brindando a los oficiales una opción menos agresiva en situaciones de conflicto.
Sin embargo, el uso de dispositivos TASER ha generado críticas por parte de organizaciones de derechos humanos y del Comité contra la Tortura de la ONU, quienes han señalado que estas armas pueden causar un dolor intenso y constituir una forma de tortura, incluso llegando a provocar la muerte en algunos casos. Se ha reportado que el 90% de las personas que sufren un ataque de una pistola eléctrica están desarmadas en el momento del suceso, lo que ha generado preocupación en torno a su uso y regulación.
Las pistolas eléctricas son capaces de dar descargas de hasta 50.000 voltios y 1,5 miliamperios durante cinco segundos. Un disparo de una pistola TASER puede paralizar temporalmente el sistema nervioso de una persona, aunque se debe realizar a una distancia específica, entre 7,6 metros como máximo y 30 centímetros como mínimo, para lograr el efecto deseado. El uso de estas armas implica un cuidadoso entrenamiento por parte de los oficiales para garantizar su utilización de manera segura y efectiva en situaciones de crisis.
A pesar de las críticas y preocupaciones en torno al uso de pistolas eléctricas, los departamentos de policía continúan implementando estas armas como una alternativa a la fuerza letal en ciertas situaciones. El debate sobre su efectividad y los riesgos asociados con su uso sigue vigente, especialmente en relación con el respeto a los derechos humanos y la posibilidad de abuso por parte de las autoridades. Es importante que se establezcan lineamientos claros y controles estrictos para regular el uso de estas armas y garantizar que se empleen de manera responsable y conforme a la ley.