El ejército israelí realizó un ataque aéreo en el sur del Líbano, apuntando a una instalación de almacenamiento de cohetes de Hezbollah, luego de detectar actividad sospechosa en la zona. Este fue el primer ataque aéreo después de que se estableciera un alto el fuego entre Israel y Hezbollah. A pesar del ataque, no se reportaron víctimas hasta el momento. Horas antes, el ejército israelí había disparado contra personas que intentaban regresar a ciertas áreas del sur del Líbano, alegando que violaban el acuerdo de alto el fuego.
Los incidentes generaron preocupación sobre la viabilidad del acuerdo de alto el fuego, mediado por Estados Unidos y Francia, que incluye un cese del fuego inicial de dos meses. En este período, Hezbollah debe retirarse al norte del río Litani y las fuerzas israelíes deben regresar a su lado de la frontera, con la zona desmilitarizada siendo patrullada por tropas libanesas y cascos azules de la ONU. El jueves, se informó que los ataques israelíes estaban dirigidos hacia civiles en Markaba, cerca de la frontera, aunque no se proporcionaron más detalles al respecto.
Durante más de un año de conflicto entre Israel y Hezbollah, hubo constantes enfrentamientos que finalmente llevaron a una tregua anunciada el martes por la noche. El conflicto comenzó después de un ataque de Hamás desde Gaza en octubre de 2023, seguido por la respuesta de Hezbollah con cohetes y drones en solidaridad. El prolongado conflicto cobró la vida de más de 3.760 personas en Líbano, la mayoría civiles, y más de 70 en Israel. Además, hubo desplazamientos masivos de población en ambos países, con miles de personas regresando a sus hogares después del alto el fuego.
El oficial militar libanés reveló que las tropas libanesas se desplegarán gradualmente en el sur a medida que las fuerzas israelíes se retiren, como parte de los términos del acuerdo de alto el fuego. Israel ha advertido a la población que no regrese a las áreas donde están desplegadas las tropas y se reserva el derecho de atacar a Hezbollah si se violan los términos del alto el fuego. La comunidad de Menara, en la frontera con Líbano, sufrió graves daños durante el conflicto, con muchas viviendas destruidas y residentes obligados a abandonar la zona.
A pesar del alto el fuego, la tensión entre Israel y Hezbollah sigue siendo alta, con incidentes como el ataque aéreo y los enfrentamientos en la frontera generando incertidumbre sobre la estabilidad del acuerdo. Ambas partes están comprometidas con el cumplimiento de los términos del alto el fuego, pero las diferencias persisten y amenazan con desencadenar nuevas hostilidades en la región. La presencia de tropas libanesas y cascos azules de la ONU en la zona desmilitarizada es crucial para evitar una escalada de la violencia y garantizar la seguridad de la población civil en la frontera. Los próximos días serán clave para determinar si el alto el fuego se mantiene o si la situación se deteriora nuevamente en la región.