A un mes del incendio en la Penitenciaría Nacional de La Victoria, donde murieron al menos 14 reclusos, aún quedan más dudas que respuestas en torno a lo sucedido. La situación ha generado un mayor hacinamiento en una de las cárceles más deprimidas del país y bajo el viejo modelo penitenciario. Las celdas están más congestionadas, ya que algunos reos fueron trasladados a otras áreas del plantel sin saber hacia dónde serán llevados. Además, familiares de internos desconocen el paradero de sus seres queridos desde aquel trágico lunes.
Tras el incendio se creó una comisión especial para informar sobre lo sucedido en La Victoria, pero a 31 días del evento, no se ha revelado ningún informe. Este silencio ha sido criticado por representantes de los derechos humanos, quienes consideran que estas medidas se toman solo para calmar la opinión pública. El presidente de la Comisión Internacional de los Derechos Humanos afirma que es urgente una respuesta de las autoridades, ya que el número de fallecidos podría ser mayor. Hasta el momento no hay información fidedigna sobre la magnitud del siniestro, mientras el sistema penitenciario se mantiene hacinado y al borde del colapso.
La Dirección General de la Policía Nacional designó nuevos comandantes en varios departamentos operativos, incluyendo el de la Penitenciaría Nacional La Victoria. Entre las designaciones se encuentra el coronel Roberto Nivar, quien ahora estará a cargo del Departamento Operativo de la cárcel, en reemplazo de la coronel María Isabel Gil Morales. Por su parte, Gil Morales fue designada como encargada del Departamento de Protección y Seguridad a Funcionarios de la Policía Nacional. Mientras que el coronel Ricardo Bidó Bidó asumió como comandante del Departamento Operativo de la Cárcel Pública Km. 15 de Azua, en sustitución de Nivar.
Aún no se han identificado todos los cuerpos calcinados en el incendio de La Victoria, lo que aumenta la angustia de los familiares de los internos desaparecidos. La falta de información oficial sobre lo sucedido ha generado críticas por parte de defensores de los derechos humanos, quienes consideran que se está ocultando la verdad. Exigen respuestas urgentes de las autoridades y una investigación transparente para esclarecer los hechos. La situación en la cárcel sigue siendo precaria, con un sistema penitenciario obsoleto y sobrepoblado, lo que aumenta el riesgo de nuevos incidentes.
Mientras la incertidumbre y la preocupación persisten entre los familiares de los internos desaparecidos en el incendio de La Victoria, las autoridades no han proporcionado información clara sobre el evento. La designación de nuevos comandantes en la policía también genera interrogantes sobre la gestión de la seguridad en las cárceles del país. Se espera que se aclaren los hechos y se brinde apoyo a las familias afectadas, así como una mejora en las condiciones carcelarias para prevenir futuras tragedias. La sociedad civil y los defensores de los derechos humanos continuarán presionando para obtener respuestas y justicia para las víctimas del incendio.