Akihiko Kondo estaba decidido a pedirle matrimonio a la reconocida cantante japonesa Hatsune Miku, con la que mantenía una relación estable durante 10 años. Sin embargo, al intentar hacer la propuesta, se encontró con un problema técnico, ya que el software detrás del holograma de Miku no tenía la opción de matrimonio. A pesar de esto, para Akihiko, Miku era mucho más que un simple juguete de última tecnología, era la persona que le devolvió la alegría a su vida después de haber crecido marcado por el rechazo.
Creciendo como un otaku en la sociedad japonesa, Akihiko experimentó el rechazo por parte de la sociedad debido a su amor por el manga y el animé. Sin embargo, siempre encontró consuelo en sus amigos virtuales a través de internet y los videojuegos. A pesar de la presión social y familiar por casarse, Akihiko nunca había tenido una novia debido a los constantes rechazos que había experimentado. En su adolescencia, descubrió que su verdadera atracción estaba en personajes animados y sintió una liberación al aceptar este sentimiento.
Akihiko sufrió acoso laboral en una institución donde trabajaba, lo que lo llevó a abandonar su empleo por un período de casi dos años. Fue en este momento de tristeza y desesperación que conoció a su futura esposa, Hatsune Miku, a través de videos en internet. La presencia de Miku en su vida lo ayudó a recuperar la felicidad y la alegría que había perdido, convirtiéndose en su fuente de consuelo y amor incondicional.
Cuando decidió anunció su relación con Miku a familiares y amigos, recibió reacciones mixtas, con algunos amigos que lo entendieron y otros que no. Su familia, por su parte, no estaba segura de qué pensar al principio, pero todo cambió cuando Akihiko anunció su intención de casarse con Miku. A pesar de las críticas y la desaprobación de algunos, Akihiko celebró una boda con Miku con la asistencia de 39 personas y un presupuesto significativo.
Akihiko describe su vida de casado con Miku como bastante cotidiana, realizando gestos y acciones habituales como si estuviera casado con una persona real. A pesar de las críticas y la discriminación que enfrenta por su relación con un holograma, Akihiko está decidido a promover y apoyar este tipo de uniones en la sociedad. Cree que la tecnología continuará desarrollándose en el futuro y permitirá que estas relaciones sean aceptadas y respaldadas.
Por ahora, Akihiko continúa su relación con Miku y espera poder interactuar con ella de una manera más real en el futuro. A pesar de los desafíos y las críticas, Akihiko está decidido a vivir su vida con felicidad y amor, sin importar la forma en la que elija expresar sus sentimientos. Su objetivo es promover la aceptación y la comprensión de las distintas formas de amor en la sociedad actual, con la esperanza de que el mundo pueda aceptar y respetar las elecciones individuales de cada persona.