Amnistía Internacional denuncia la impunidad frente a la violencia en Haití, la cual ha llevado a miles de personas a convertirse en desplazados internos o a marcharse del país. La violencia, la inseguridad, la falta de bienes y servicios básicos, y el acceso limitado a la protección internacional son algunas de las preocupaciones señaladas en el informe de AI sobre la situación de los derechos humanos en el mundo en 2023. La violencia sexual sigue siendo un problema habitual en Haití, al igual que los asesinatos de periodistas, jueces, fiscales y manifestantes.
El comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, ha instado a las autoridades haitianas a fortalecer las fuerzas de seguridad y el sistema judicial para abordar la violencia en el país. A pesar de la inseguridad y la violencia, los haitianos siguen sufriendo escasez de bienes y servicios básicos, con millones de personas careciendo de alimentos suficientes. La crisis humanitaria en Haití se ve agravada por la insuficiente capacidad de los servicios de salud y el repunte del cólera en junio del año pasado.
En cuanto a las repatriaciones, Amnistía Internacional destaca que República Dominicana y Estados Unidos continuaron deportando haitianos a pesar de las llamadas para frenar estas acciones. Incluso Estados Unidos designó de nuevo a Haití como país beneficiario del Estatus de Protección Temporal, pero siguió expulsando a haitianos. A la situación se suman los cientos de miles de desplazados internos en Haití, la mayoría a causa de la violencia, muchos de los cuales viven en campamentos en condiciones infrahumanas.
La violencia en Haití es uno de los principales problemas que afectan a la población, con miles de asesinatos, secuestros y violencia sexual que persisten a lo largo del año. La impunidad frente a estos crímenes ha llevado a una crisis humanitaria en el país, con millones de personas careciendo de alimentos y servicios básicos. A pesar de los esfuerzos de las organizaciones internacionales, las deportaciones de haitianos desde República Dominicana y Estados Unidos continúan, agravando la situación de vulnerabilidad de la población desplazada y en inseguridad alimentaria aguda.
La petición del comisionado de la ONU para los Derechos Humanos de fortalecer las fuerzas de seguridad y el sistema judicial en Haití es clave para abordar la violencia en el país y garantizar la protección de los ciudadanos. Sin embargo, la falta de recursos y la crisis económica en Haití dificultan la implementación de medidas efectivas para proteger a la población. Es fundamental que la comunidad internacional brinde apoyo y asistencia para abordar la situación de crisis en Haití y garantizar el respeto de los derechos humanos de la población afectada.