Un grupo de 415 líderes cristianos en la República Dominicana recibió sus títulos del Seminario Bíblico de la Iglesia de Dios después de completar diversos programas de formación. La investidura ordinaria 46 tuvo lugar en la capital y en provincias del país. En la ceremonia, el director educacional Misael King Soriano instó a los graduandos a continuar adquiriendo conocimiento para compartirlo con otros, enfatizando que esta responsabilidad no solo recae en docentes y pastores, sino en todos los creyentes.
Soriano resaltó la importancia del aprendizaje para el progreso y animó a los líderes cristianos a tener un profundo conocimiento de la palabra de Dios, señalando que el seminario cumple un papel fundamental en este aspecto. Asimismo, destacó la relevancia de seguir adquiriendo nuevos conocimientos para poder avanzar en la fe y en la labor pastoral. Los programas de Formación Pastoral, Liderazgo, Reglas Parlamentarias y Predicación Eclesiástica ofrecidos por el seminario permiten a los líderes cristianos fortalecer sus habilidades y conocimientos para servir de manera más efectiva en sus comunidades.
La investidura ordinaria 46 fue un momento significativo para los graduandos, quienes culminaron con éxito sus estudios y recibieron el reconocimiento de la Iglesia de Dios en la República Dominicana. La ceremonia fue una oportunidad para celebrar el esfuerzo y dedicación de estos líderes religiosos, que buscan seguir creciendo en su fe y en su capacitación para servir a sus congregaciones. La formación recibida en el seminario les brinda las herramientas necesarias para enfrentar los desafíos que puedan surgir en su labor pastoral.
El compromiso de seguir adquiriendo conocimiento y compartiéndolo con otros fue resaltado como una responsabilidad compartida por todos los creyentes, no solo por aquellos en roles de liderazgo o ministerio. La importancia de conocer la palabra de Dios y de estar preparados para transmitirla de manera efectiva fue subrayada durante la ceremonia de investidura. Los líderes cristianos fueron alentados a seguir creciendo en su formación teológica y en su vida espiritual, buscando ser instrumentos de bendición y guía para sus comunidades.
En la investidura ordinaria 46, los graduandos fueron desafiados a continuar su preparación y a buscar maneras de impactar positivamente en sus entornos, llevando el mensaje de la fe con autenticidad y dedicación. La ceremonia representó un hito en el camino de estos líderes cristianos, quienes ahora cuentan con las herramientas y el apoyo necesarios para seguir creciendo en su labor pastoral y en su ministerio. La Iglesia de Dios en la República Dominicana reconoció el esfuerzo de estos graduandos y les animó a seguir adelante con pasión y determinación en su servicio a Dios y a la comunidad.