La Administración para el Control de Drogas (DEA) está considerando reclasificar la marihuana como una droga menos peligrosa, reconociendo sus usos médicos pero sin legalizar su uso recreativo. Este cambio movería la marihuana del grupo de la "Clasificación I" al grupo de la "Clasificación III", lo que implicaría una regulación menos estricta. A pesar de esto, el proceso de reclasificación es largo y aún no se ha concretado, ya que debe ser revisado por la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca, pasar por un período de comentarios públicos y ser revisado por un juez administrativo.
La propuesta de reclasificar la marihuana fue resultado de la revisión solicitada por el presidente Joe Biden al Departamento de Salud y Servicios Humanos y al secretario de Justicia, que supervisa a la DEA. En la lista de sustancias controladas, la marihuana estaba clasificada en el mismo nivel que drogas como la heroína, el LSD y el éxtasis, lo cual se considera un cambio de paradigma muy emocionante. A pesar de esto, la reclasificación no legalizaría el cannabis recreativo a nivel nacional, ya que los fármacos de la Clasificación III siguen siendo sustancias controladas sujetas a reglas y enjuiciamiento penal federal.
La reclasificación de la marihuana supondría un avance importante en la investigación, ya que al estar en la Clasificación I ha sido difícil llevar a cabo estudios clínicos autorizados que involucren la administración de la droga. Los fármacos de la Clasificación III son más fáciles de estudiar, aunque la reclasificación no eliminaría inmediatamente todas las barreras a la investigación. Los impuestos a las empresas de marihuana también se verían afectados, ya que las empresas que trafican drogas de la Clasificación I no pueden deducir ciertos gastos, lo que resulta en altas tasas impositivas. El cambio propondría reducir los impuestos de las empresas de cannabis.
En cuanto a los beneficios económicos, el cambio de clasificación permitiría a las empresas de marihuana competir de manera más justa con el mercado ilegal, fortaleciendo los programas legales estatales. Sin embargo, esto no afectaría directamente el problema de acceder a los bancos, debido a la desconfianza de las instituciones reguladas federalmente respecto al estatus legal de la droga. Algunos críticos, como Smart Approaches to Marijuana, se oponen al cambio de clasificación y argumentan que perpetuaría la división existente entre las políticas estatales y federales sobre la marihuana.
Por otro lado, defensores de la legalización consideran que cambiar la clasificación de la marihuana es un avance demasiado gradual y prefieren enfocarse en eliminarla por completo de la lista de sustancias controladas. Algunos ven en la reclasificación una redefinición de la prohibición en lugar de un paso hacia la legalización completa. En resumen, la posible reclasificación de la marihuana como una droga menos peligrosa tendría implicaciones significativas para la investigación, los impuestos a las empresas de cannabis y la competencia con el mercado ilegal, pero no representaría la legalización del cannabis recreativo a nivel nacional.