Artistas famosos como Emma Watson, Taylor Swift, Eleni Foureira, Shakira, Miranda Cosgrove, Ariana Grande y Sofía Vergara han sido víctimas de acoso por parte de fanáticos obsesionados. Estos acosadores han llegado a irrumpir en las casas, universidades y conciertos de las celebridades, amenazándolas y generando situaciones de peligro. Algunos incluso se han suicidado en un intento de llamar la atención de sus artistas favoritos.
Uno de los casos más recientes es el de Emma Watson, quien fue acosada por un hombre en dos ocasiones mientras cursaba un máster en la universidad de Oxford. El presunto acosador, Chad Michael Busto, ha justificado sus acciones indicando que solo quiere "llamar la atención". Taylor Swift también ha vivido situaciones similares, con hombres que han intentado entrar en su apartamento en Nueva York, generando miedo y angustia en la cantante.
Ariana Grande ha sido objeto de acoso por parte de un individuo llamado Aharon Brown, quien merodeó su casa y la amenazó en varias ocasiones. En junio de 2022, Brown volvió a violar la seguridad de la casa de la artista, generando temor en Grande y su familia. Shakira, por su parte, fue acosada por un hombre de 56 años que aseguraba estar casado con la cantante colombiana y declaraba que hablaba con ella todo el tiempo.
En otro caso, la cantante Eleni Foureira fue acosada en el escenario durante un concierto en Grecia por un hombre que intentó besarla y abrazarla sin su consentimiento. A pesar de que la artista pidió que se retirara del escenario, el acosador se negaba a hacerlo. Otra víctima de acoso fue Miranda Cosgrove, a quien un hombre obsesionado con la actriz llegó al extremo de disparar contra una mujer por su parecido físico con Cosgrove y posteriormente incendió su casa, terminando con su propia vida en el jardín.
Estos casos de acoso a artistas famosos son solo ejemplos de una problemática más amplia en la industria del entretenimiento, donde los fanáticos obsesionados cruzan límites peligrosos en su intento de llamar la atención de sus ídolos. Es importante que se tomen medidas de seguridad para proteger la integridad física y emocional de las celebridades, así como para concientizar a los fanáticos sobre los límites del comportamiento adecuado hacia sus artistas favoritos. La fama no justifica el acoso ni la invasión de la privacidad de ninguna persona, sin importar su estatus social o reconocimiento público.