Ana Villanueva, una karateca dominicana de Cotuí, estaba segura de que alcanzaría la inmortalidad en el deporte dominicano. Después de una carrera de 20 años con la selección nacional de karate, se retiró tras los Juegos Panamericanos Lima 2019. Villanueva recibió la noticia de que sería exaltada al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, lo que la llenó de felicidad, así como a su familia que conoce el sacrificio que implica ser atleta de alto rendimiento. Estuvo en la selección nacional desde 1999 hasta 2019, sintiéndose orgullosa de haber representado a su país de la mejor manera posible.
A pesar de haber alcanzado la mayoría de sus metas como atleta de alto rendimiento, Villanueva confesó que no logró su objetivo final antes de retirarse. En los Juegos Panamericanos Lima 2019, su meta era obtener la medalla de oro, pero a pesar de su esfuerzo, no logró alcanzarla. De haberlo logrado, habría sido la primera atleta dominicana en ganar tres medallas de oro en Juegos Panamericanos, pero lamentablemente no pudo lograrlo, quedando esta meta como la única no alcanzada en su carrera deportiva.
Ana Villanueva destaca la importancia del equipo detrás de ella en su carrera deportiva. Reconoce el papel fundamental de sus entrenadores Alberto Soriano, Antonio Vólquez y Tony Mesa, así como el apoyo de la Federación Dominicana de Karate y de sus compañeros de la selección nacional. Agradece el respaldo de la Fuerza Aérea Dominicana, el Ministerio de Deportes, el Comité Olímpico Dominicano y Creso (Creando Sueños Olímpicos). También menciona el apoyo de su familia y de la gente de su provincia Sánchez Ramírez.
La inmortalización en el Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano no solo se basa en los logros deportivos de un atleta, sino también en su conducta fuera de los escenarios y ante la sociedad. Ana Villanueva reconoce que su éxito no habría sido posible sin el respaldo de diversas instituciones y personas que la apoyaron a lo largo de su carrera. Agradece a sus entrenadores, a la Federación Dominicana de Karate, a la Fuerza Aérea Dominicana, al Ministerio de Deportes, al Comité Olímpico Dominicano, a Creso, a su familia, y a la gente de su provincia, quienes estuvieron siempre con ella en los momentos buenos y malos.
Villanueva siente un gran orgullo por la carrera que realizó como atleta, destacando sus grandes logros y el esfuerzo que puso en su entrenamiento y competición. Aunque no pudo lograr su última meta antes de retirarse, valora todo lo que pudo alcanzar durante sus 20 años en la selección nacional. La exaltación al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano es un reconocimiento a su dedicación y sacrificio como atleta, así como a su impacto en el deporte de su país. Ana Villanueva se retira con la satisfacción de haber representado a la República Dominicana de la mejor manera posible en el karate a nivel internacional.