La Alianza Cristiana Dominicana, compuesta por católicos, bautistas, episcopales y diversas tradiciones evangélicas, metodistas y pentecostales, instó a las comunidades cristianas a votar por candidaturas empáticas con la vida, la salud y los derechos de las mujeres, tal como Jesús lo haría. Señalaron que los tiempos de la Inquisición han pasado y que Dios es un Dios de amor, recordando el mandato de amar al prójimo como a uno mismo. También hicieron hincapié en la importancia de tratar a las mujeres con amor en situaciones difíciles relacionadas con embarazos peligrosos, violaciones e incestos.
En este sentido, la Alianza Cristiana Dominicana pidió a los candidatos y candidatas que participarán en las elecciones del 19 de mayo que no teman ni se dejen intimidar por las élites eclesiásticas, mencionando que en elecciones anteriores, candidaturas a favor de las tres causales han sido exitosas en el Distrito Nacional. Asimismo, señalaron que las posturas de las cúpulas de las iglesias no representan a la mayoría de la ciudadanía ni de los feligreses, citando encuestas que muestran un apoyo mayoritario a las tres causales entre los dominicanos, incluyendo a católicos consultados.
La Alianza Cristiana Dominicana criticó a los sectores que se autodenominan "provida" pero que al rechazar las tres causales, ponen en riesgo la vida de las mujeres dominicanas, ignorando su derecho a una vida plena y abundante. Según la entidad, las violaciones e incestos son contrarios al propósito de Dios de garantizar la vida y la dignidad de todas las personas, haciendo hincapié en que es fundamental respetar la vida y la dignidad de las mujeres en cualquier circunstancia, tal como lo promueve Jesús.
En relación a la separación entre asuntos de fe y compromiso legal del Estado, la Alianza Cristiana Dominicana recordó la importancia de debatir políticas públicas sin imponer leyes basadas en preceptos cristianos a quienes no profesan la fe. Hicieron mención a las palabras de Jesús en Lucas 20:25, indicando que se debe dar a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César, haciendo hincapié en la necesidad de proteger la vida y garantizar el derecho a la salud de las mujeres, independientemente de sus creencias religiosas. La entidad enfatizó que la vida digna que ofrece Jesús debe ser para toda la humanidad, incluyendo a las mujeres.