La píldora anticonceptiva femenina fue revolucionaria en los años 60 y se espera que la anticoncepción masculina sea otro hito, según la médica Marta Correa. Actualmente, los métodos anticonceptivos masculinos incluyen el preservativo y la vasectomía, pero se están investigando métodos reversibles como las inyecciones en el conducto deferente con polímeros de silicona y poliuretano.
Se han realizado estudios de vasectomías reversibles en diferentes países, pero el principal problema ha sido demostrar la reversibilidad a largo plazo en todos los sujetos. Otros métodos en investigación se centran en la inhibición de la movilidad de los espermatozoides, la fertilización y la espermatogénesis. Una esperanza para el futuro es la identificación de una molécula que inhiba la serina/treonina quinasa 33, esencial para la fertilidad en hombres y ratones.
En cuanto a la investigación de anticonceptivos hormonales para hombres, se están recopilando datos sobre la combinación de la administración diaria en gel de testosterona con nestorona, para cortar la producción de espermatozoides. Los investigadores estadounidenses presentaron un avance científico en fase 2b de investigación, pero se necesita seguir evaluando la eficacia de estos métodos.
La falta de interés por parte de la industria farmacéutica y los que investigan ha sido una de las razones por las cuales la anticoncepción masculina no ha avanzado tanto como la femenina. A pesar de que cada vez más hombres están dispuestos a asumir la responsabilidad en la planificación familiar, la mayoría de las consultas siguen siendo realizadas por mujeres. En 2008 y 2009 se detuvieron las investigaciones sobre la píldora anticonceptiva masculina, pero actualmente se ha retomado la investigación en este campo.
En general, se está trabajando en métodos anticonceptivos masculinos reversibles que sean efectivos y seguros a largo plazo. Se han investigado vasectomías reversibles y métodos no hormonales en ratones, lo que ha arrojado resultados prometedores pero que aún deben pasar a fase clínica en humanos. Además, se están explorando métodos hormonales que pueden cortar la producción de espermatozoides en hombres con la administración de testosterona y nestorona, siendo necesario seguir evaluando su eficacia en estudios clínicos.