Irán ha vivido un viernes de relativa normalidad tras el ataque con drones supuestamente lanzado por Israel la noche anterior en la provincia central de Isfahán. Después de una alarma inicial que llevó al cierre de cuatro aeropuertos, que luego reanudaron sus operaciones, la situación ha vuelto a la normalidad y la vida continúa como cualquier otro viernes, un día festivo en el país islámico. Los medios estatales se esforzaron en subrayar esta normalidad emitiendo imágenes festivas y turísticas, como un vídeo de un grupo de personas cantando a la orilla del río Zayandeh en Isfahán, uno de los principales destinos turísticos de Irán. Además, agencias como Tasnim publicaron videos de pasajeros embarcando en aviones tras la reapertura de los aeropuertos capitalinos y los de Shiraz e Isfahán. En ciudades como Mashad se produjeron manifestaciones a favor de Gaza y en contra de Israel.
Las autoridades militares iraníes confirmaron que esta madrugada se produjo un ataque con drones en Isfahán, una región que alberga centros de producción de misiles e instalaciones nucleares. A pesar de que se escucharon "fuertes explosiones" en la provincia, el comandante de Ejército en Isfahán aseguró que no hubo daños ni accidentes. La agencia Fars mencionó que se escucharon "tres explosiones" cerca de la base aérea de Shekari, en el norte de Isfahán, sin embargo, Irán negó que Israel hubiera atacado con misiles. El comandante en jefe del Ejército de Irán, Abdul Rahim Musav, indicó que el país ya ha dado una respuesta con el ataque del pasado sábado contra Israel, en represalia por un bombardeo contra el consulado iraní en Damasco.
Las tensiones entre Irán e Israel se han intensificado en los últimos días, con ataques por parte de ambos países. El ataque con misiles y drones lanzado por Irán contra Israel el pasado sábado fue en respuesta al bombardeo contra el consulado iraní en Damasco, en el que murieron siete miembros de la Guardia Revolucionaria de Irán. Israel prometió represalias por este ataque, lo que ha generado una escalada de violencia entre ambas naciones. A pesar de que hubo contradicciones sobre la procedencia del ataque con drones en Isfahán, las autoridades iraníes han confirmado que no responderán a esta nueva agresión por parte de Israel. Esta situación ha generado preocupación por un posible aumento de la violencia en la región y un impacto en la estabilidad política de Oriente Medio.
La situación en Irán sigue siendo inestable tras el ataque con drones en Isfahán, a pesar de que la normalidad parece haber regresado. Las autoridades militares confirmaron el ataque y aseguraron que no hubo daños ni accidentes, aunque se escucharon explosiones en la provincia central de Irán. Por su parte, Israel niega haber llevado a cabo el ataque con misiles a pesar de las informaciones procedentes de Estados Unidos. La falta de claridad sobre la situación aumenta la incertidumbre en la región, donde las tensiones entre ambas naciones continúan creciendo. La falta de una respuesta clara por parte de Irán ante este nuevo ataque genera preocupación sobre el futuro de la situación en Oriente Medio y el posible aumento de la violencia en la región.
Las manifestaciones en ciudades como Mashad a favor de Gaza y en contra de Israel muestran la indignación y el descontento de la población iraní ante las acciones de Israel en la región. A pesar de la normalidad aparente en el país, la tensión sigue en aumento y las repercusiones de estos ataques podrían afectar la estabilidad política y económica de la región. Las promesas de represalias por parte de ambos países generan incertidumbre sobre el futuro de las relaciones entre Irán e Israel y la posible escalada de violencia en la región. Las complicaciones políticas y militares entre ambas naciones continúan generando preocupación a nivel internacional, con repercusiones en la seguridad y estabilidad de Oriente Medio y el mundo en general.