Una fuente cercana a Hezbolá confirmó que el jefe de la fuerza Al Radwan, Ibrahim Aqil, murió en un bombardeo israelí en la periferia sur de Beirut. Aqil pertenecía al máximo órgano militar de Hezbolá, el Consejo de la Yihad, y estaba siendo buscado por Estados Unidos. En el ataque selectivo que llevó a su muerte, al menos ocho personas murieron y 59 resultaron heridas según el Ministerio de Salud libanés. Hezbolá anunció previamente que había bombardeado posiciones israelíes en siete ataques Katyusha distintos.
El ejército israelí, por su parte, afirmó haber realizado un ataque selectivo en la capital libanesa sin dar más detalles al respecto. La operación tuvo lugar cerca de infraestructuras de Hezbolá en los suburbios del sur de Beirut, según fuentes de seguridad. A pesar del bombardeo, no se reportaron víctimas inmediatas en territorio israelí a pesar de que se habían disparado unos 150 cohetes desde Líbano hacia Israel.
El líder de Hezbolá, Hasan Nasralá, acusó a Israel de cruzar “todas las líneas rojas” al llevar a cabo ataques con artefactos de comunicación trampa en Líbano en días anteriores. Nasralá reconoció que su organización había sufrido un duro golpe con las explosiones de miles de aparatos de comunicación utilizados por sus miembros. A pesar de ello, aseguró que Israel no lograría su nuevo objetivo en la frontera a través de una escalada militar o guerra abierta.
Ante la situación de seguridad en la frontera con Líbano, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, retrasó un día su partida a Nueva York, previamente programada para el 24 de septiembre. Israel prometió continuar sus operaciones militares contra el movimiento chií proiraní en una nueva fase militar que implica oportunidades pero también riesgos significativos. Nasralá también expresó que Israel había llevado a cabo ataques con artefactos de comunicación trampa en Líbano en los últimos días, causando muertes y heridos.
En medio de estos acontecimientos, Hezbolá afirmó que su organización había sufrido un golpe sin precedentes en la historia de la resistencia en Líbano con las explosiones de artefactos de comunicación utilizados por sus miembros. A pesar de la escalada de tensiones y los ataques mutuos entre ambas partes, no se han reportado víctimas inmediatas en territorio israelí a pesar de los 150 cohetes disparados desde Líbano. La situación en la frontera entre ambos países sigue siendo tensa y en constante evolución.