En San Juan, Puerto Rico, el huracán Beryl se desplazaba por aguas abiertas el martes como un monstruoso huracán de categoría 5. Su trayectoria lo llevará cerca de Jamaica y las Islas Caimán después de tocar tierra en el sureste del Caribe, donde causó al menos cuatro muertos. Se emitió una alerta por huracán activa en Jamaica y un aviso para las islas de Gran Caimán, Pequeña Caimán y Caimán Brac. Se espera que Beryl disminuya su intensidad, pero aún mantendrá gran potencia al pasar cerca de Jamaica, las Islas Caimán y la península del Yucatán en México.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos prevé que Beryl provocará vientos y marejadas ciclónicas potencialmente mortales en Jamaica, donde los funcionarios han advertido a los residentes en áreas propensas a inundaciones que se preparen para la evacuación. El primer ministro de Jamaica, Andrew Holness, instó a considerar el huracán como una amenaza grave, pero también destacó la importancia de no entrar en pánico. Beryl es la tormenta de categoría 5 más temprana en la historia de la temporada de huracanes del Atlántico, impulsada por las cálidas aguas del océano.
Beryl se encontraba a unos 375 kilómetros al sureste de Isla Beata, en República Dominicana, con vientos máximos de 260 km/h y moviéndose en dirección oeste-noroeste a 35 km/h. Se emitió una alerta por tormenta tropical para toda la costa sur de La Española, compartida por Haití y República Dominicana. Mientras avanzaba por el mar Caribe, los rescatistas evaluaban los daños que causó tras tocar tierra en Carriacou, una isla de Granada, como un huracán de categoría 4. Se reportaron tres fallecimientos en Granada y uno en San Vicente y las Granadinas.
Autoridades informaron que una persona murió en Granada luego de que un árbol cayera sobre una casa. Las islas cercanas de Carriacou y Petit Martinique sufrieron daños significativos, priorizando la provisión de agua, alimentos y fórmula para bebés. Se espera que equipos de emergencia viajen a Carriacou para evaluar la situación. El primer ministro de Granada describió la situación como desalentadora, con cortes de electricidad, destrucción de casas y edificios, y caminos intransitables. Existe la posibilidad de más muertes debido a los escombros esparcidos por las calles y la dificultad de movimiento.
El último gran huracán que azotó el sureste del Caribe fue Iván hace 20 años, causando docenas de muertes en Granada. Residentes como Roy O’Neale, quien sufrió la devastación de Iván en el pasado y reconstruyó su casa con mayor fortaleza, enfrentan nuevamente el impacto de Beryl. O’Neale mencionó que el viento era aterrador y que ramas de árboles volaban por todas partes durante la tormenta. Beryl también afectó la casa de los padres de Simon Stiell, originario de Carriacou, cuya familia ha sido víctima de la destrucción causada por el huracán.