El ex jugador de baloncesto Bill Walton falleció a los 71 años después de una larga batalla contra el cáncer. Walton, quien fue considerado único en su clase, redefinió la posición de centro durante su carrera en la NBA. Fue seleccionado como el número uno del draft de 1974 por los Portland Trail Blazers y lideró al equipo a su único título de la NBA en 1977. Además, fue nombrado MVP de la liga en 1978 y ganó otro campeonato con los Boston Celtics en 1986.
Antes de su carrera profesional, Walton fue dos veces campeón universitario con UCLA, donde llevó a los Bruins a títulos en 1972 y 1973, así como a una increíble racha de 88 victorias consecutivas. Destacó también por haber sido tres veces jugador nacional del año en UCLA bajo la dirección del legendario entrenador John Wooden. Sus 44 puntos en el partido por el campeonato nacional en 1973 siguen siendo un récord. Gracias a su destacado desempeño en el baloncesto universitario, Walton fue incluido en el Salón de la Fama del Baloncesto Naismith Memorial en 1993.
Su legado en el baloncesto no solo se refleja en los títulos y premios que obtuvo a lo largo de su carrera, sino también en su impacto en el juego como un innovador en la posición de centro. Fue parte de los equipos del 50 y 75 aniversario de la NBA, demostrando su influencia y relevancia en la historia de la liga. A pesar de las lesiones que enfrentó, Walton dejó una huella imborrable en el mundo del baloncesto con su estilo de juego único y su capacidad para liderar a su equipo hacia el éxito.
La noticia de su fallecimiento fue recibida con tristeza en la comunidad del baloncesto, donde se le recuerda como una leyenda del deporte. Adam Silver, comisionado de la NBA, expresó sus condolencias y destacó la contribución de Walton al baloncesto tanto en la NBA como en la universidad. Su capacidad para dominar en la cancha y su liderazgo como jugador destacado lo convirtieron en un referente para las generaciones futuras de jugadores de baloncesto que lo consideraban un modelo a seguir en el deporte.
Walton también disfrutó de una exitosa carrera como comentarista después de retirarse como jugador, consolidando su legado en el baloncesto a través de sus análisis y comentarios sobre el juego. Su pasión por el baloncesto y su profundo conocimiento del deporte lo convirtieron en una figura icónica en la transmisión de partidos de la NBA, ganándose el respeto y la admiración de jugadores y aficionados por igual. Su impacto en el baloncesto trascendió las canchas y se mantendrá vivo en la memoria de quienes lo vieron jugar y escucharon sus opiniones sobre el juego que tanto amaba.