El Gobierno de Canadá ha anunciado la imposición de sanciones contra tres líderes pandilleros haitianos en un intento por preservar la paz, la estabilidad y el respeto a los Derechos Humanos en el país. Estas sanciones se enmarcan en las ‘Regulaciones de Medidas Económicas Especiales para Haití’, que impiden realizar transacciones con las personas incluidas en la lista y congelan sus activos en Canadá. Las personas sancionadas no podrán solicitar su ingreso al país según la ley de Inmigración y Protección de los Refugiados.
Los líderes pandilleros afectados por estas sanciones son Luckson Elan, Gabriel Jean-Pierre, y Ferdens Tilus, quienes son responsables de bandas criminales en Haití. Canadá considera que estos individuos han participado en actividades que han socavado la paz, la seguridad y la estabilidad en el país, además de contribuir a violaciones sistemáticas de los Derechos Humanos. La ministra de Exteriores de Canadá, Mélanie Joly, ha expresado que el objetivo de estas medidas es contrarrestar la escalada de violencia de las pandillas en Haití.
Las bandas criminales haitianas operan con impunidad, a menudo con el respaldo de élites políticas y económicas, causando terror en la población mediante actos violentos. Canadá continuará trabajando con socios internacionales y las autoridades haitianas para abordar la crisis en el país, incluyendo la imposición de sanciones y otras medidas contra quienes apoyen la violencia y la inseguridad en Haití. La ministra Joly ha afirmado que Canadá no se mantendrá indiferente frente a la violencia perpetrada por las bandas criminales en Haití.
Haití ha estado inmerso en una grave crisis humanitaria, agravada por la escalada de violencia de las bandas armadas que llevó al anterior Gobierno a declarar el estado de emergencia. La dimisión del primer ministro Ariel Henry dejó al país sin presidente, Parlamento y jefe de Gobierno, lo que llevó a la instauración de un Consejo Presidencial de Transición de Haití para abordar el vacío político. La crisis en Haití ha sido una preocupación constante para la comunidad internacional, incluyendo a Canadá, que busca contribuir a la estabilidad y reconstrucción del país.
El Gobierno canadiense ha reafirmado su compromiso con Haití y su población, reconociendo la fuerza y resiliencia de los ciudadanos haitianos frente a los desafíos que enfrentan en su país. Canadá seguirá apoyando a Haití y trabajando para restablecer el orden y la seguridad en medio de la crisis que atraviesa la nación caribeña. Las sanciones impuestas a los líderes pandilleros haitianos son parte de los esfuerzos de Canadá para contrarrestar la violencia y la inestabilidad en Haití, con el objetivo de preservar la paz y los Derechos Humanos en el país.