Cientos de habitantes de Puerto Príncipe protestaron contra la inseguridad en Haití, donde grupos criminales han estado llevando a cabo violentos ataques durante meses. Durante la protesta, los manifestantes prendieron fuego a neumáticos en varios puntos de la capital, incluyendo el barrio de Solino, la zona de Nazon y la avenida John Brown. Exigieron a la Policía haitiana que actuara rápidamente y con eficacia frente a la violencia de las bandas criminales, aunque las autoridades intentaron dispersar la protesta sin éxito utilizando gases lacrimógenos, lo que generó la ira de las personas presentes.
Algunos residentes expresaron su frustración con la Policía y denunciaron que estaban siendo bombardeados con gases lacrimógenos, acusando a la policía de conspirar para tomar el control del barrio de Solino y obligar a los habitantes a abandonarlo. Los manifestantes afirmaron que querían vivir en paz y que su barrio no estaba en conflicto con nadie, pidiendo al líder de una de las bandas criminales, Jimmy Cherisier, conocido como 'Barbecue', que los dejara en paz. La protesta paralizó el tráfico en varios puntos de la ciudad, incluida la autopista de Delmas.
En el barrio obrero de Solino, la violencia continuó el domingo con incendios en varias casas, intensos disparos y la huida de numerosas familias hacia campamentos donde viven en condiciones inhumanas. Este barrio estratégico facilita a las bandas armadas atacar a la Policía y cometer secuestros debido a su ubicación en el centro de la ciudad. La situación en Solino es crítica, y los residentes están cansados de la violencia y la inseguridad que enfrentan a diario.
La presencia de agrupaciones criminales en Haití ha generado preocupación entre la población, que se siente desprotegida y vulnerable ante la falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades. La protesta en Puerto Príncipe refleja la indignación y el hartazgo de los ciudadanos frente a la situación de inseguridad que están viviendo, siendo víctimas de la violencia de las bandas criminales que operan impunemente en el país. La crisis de seguridad en Haití parece lejos de resolverse, y la población exige acciones concretas por parte del gobierno para garantizar su protección y bienestar.
Las protestas en Puerto Príncipe también evidencian la lucha de los habitantes de barrios como Solino por defender sus hogares y comunidades de la amenaza de las bandas criminales. La movilización en las calles busca visibilizar la grave situación que enfrentan y exigir soluciones urgentes para poner fin a la inseguridad que los afecta. La participación activa de la ciudadanía en estas manifestaciones revela la determinación y valentía de enfrentar la violencia y la impunidad que imperan en el país, buscando un futuro más seguro y pacífico para todas las personas en Haiti.