A pesar de que la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad y la Policía Nacional Haitiana han estado llevando a cabo operaciones conjuntas para proteger a los residentes de varios barrios, la violencia en Haití está en aumento y continúa sembrando terror y miedo entre la población. Recientemente, dos vehículos blindados de la embajada de Estados Unidos en el país fueron blanco de disparos por bandas armadas, aunque afortunadamente no hubo heridos en el incidente. Estados Unidos ha condenado enérgicamente la violencia de los grupos armados en Puerto Príncipe y ha instado a los responsables a rendir cuentas ante las autoridades haitianas e internacionales.
En un ataque simultáneo el domingo en Puerto Príncipe, bandas armadas afectaron zonas como Solino, Delmas 24 y Tabarre 27, resultando en muertes y la huída de cientos de personas de sus hogares. Por otro lado, la Policía Nacional informó que abatió a una docena de pandilleros al norte de la capital. Durante el pasado fin de semana, más de 20 pandilleros murieron en acciones policiales en Torcel, una zona de la capital, dentro de operativos desplegados por la Policía Nacional Haitiana junto con la Fuerza Multinacional de Seguridad, liderada por Kenia.
Uno de los objetivos principales de las operaciones era desmantelar la banda Kraze baryè, cuyo segundo al mando resultó herido en un intercambio de disparos con la policía. Durante los operativos se incautaron armas de fuego, municiones, teléfonos móviles y material sensible. También se reportó que un vehículo blindado de la Fuerza Multinacional de Seguridad sufrió una avería en el motor y no pudo continuar operativo. En otros hechos, el 10 de octubre fallecieron dos personas en un ataque en la localidad de Arcahaie por parte de una de las bandas armadas, la cual quemó edificaciones y vehículos, incluyendo un centro médico.
El presidente de Kenia anunció el próximo despliegue de 600 policías kenianos en la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití. Por otro lado, la banda armada Gran Grif llevó a cabo un ataque en el poblado de Pont Sondé, causando más de 100 muertes, entre ellas, bebés, madres jóvenes y personas mayores. La pandilla había advertido en un video en las redes sociales sobre el ataque, dejando en duda por qué las autoridades no lo evitaron. En respuesta, las autoridades haitianas reemplazaron al comisionado de policía en la región de Artibonite, donde operan al menos 20 grupos criminales.
El aumento de la violencia de las bandas armadas en Haití ha generado preocupación a nivel nacional e internacional. Los residentes locales viven en constante temor debido a la inseguridad y los constantes enfrentamientos entre pandillas y las fuerzas de seguridad. Los esfuerzos conjuntos de la Policía Nacional Haitiana y la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad no han logrado contener la escalada de violencia, lo que ha llevado a un mayor número de víctimas y desplazados en la región. Es fundamental que se refuercen las medidas de seguridad y se tomen acciones coordinadas para proteger a la población civil y poner fin a la violencia relacionada con las bandas armadas en el país caribeño.