El Centro de Operaciones de Emergencia (COE) informó que 11 provincias se mantienen en alerta amarilla y 16 en alerta verde debido al riesgo de posibles inundaciones repentinas tanto en áreas urbanas como rurales. Las provincias en alerta amarilla incluyen María Trinidad Sánchez, Hato Mayor, Monseñor Nouel, Monte Plata, Duarte, Puerto Plata, La Vega, Sánchez Ramírez, Santiago Rodríguez, Montecristi y San Pedro de Macorís. Por otro lado, las provincias en alerta verde son Espaillat, El Seibo, Santiago, Samaná, Azua, San Cristóbal, La Altagracia, Valverde, Distrito Nacional, Santo Domingo, San José de Ocoa, Hermanas Mirabal, San Juan, Dajabón, La Romana y Elías Piña.
Es importante entender el significado y las implicaciones de las alertas emitidas por el COE. La alerta amarilla indica un riesgo inminente y severo, por lo que se recomienda extremar precauciones. Por otro lado, la alerta verde se declara cuando se espera la ocurrencia de un evento peligroso para la población. Ante cualquier emergencia, se recomienda mantener contacto con la Defensa Civil, Fuerzas Armadas, Cruz Roja, Policía Nacional, Cuerpos de Bomberos y el COE a través de los números de teléfono proporcionados.
Se espera que las lluvias continúen en las próximas horas, lo que podría agravar la situación en las provincias bajo alerta amarilla y verde. Es fundamental que la población esté alerta y siga las recomendaciones de las autoridades para prevenir daños mayores. Las autoridades también han pedido a los ciudadanos que estén atentos a las actualizaciones del COE y a las indicaciones de las organizaciones de emergencia en caso de ser necesario evacuar sus hogares.
Las autoridades han estado monitoreando de cerca la situación y han reforzado las medidas de prevención en las provincias afectadas. Se han activado los protocolos de emergencia y se han desplegado equipos de rescate y ayuda en las zonas más vulnerables. Es fundamental que la comunidad siga las indicaciones de las autoridades y esté preparada para actuar rápidamente en caso de una emergencia.
Se recomienda a la población mantenerse informada a través de los medios de comunicación y canales oficiales para obtener la información más actualizada sobre la evolución de la situación. Además, se aconseja tener un plan de emergencia familiar y contar con provisiones básicas en caso de un desastre natural. La prevención y la cooperación de todos son clave para minimizar los impactos de las lluvias intensas y las posibles inundaciones en las comunidades afectadas. Ante cualquier emergencia, la seguridad y el bienestar de la población deben ser la prioridad.