Un enorme deslizamiento de tierra en Groenlandia generó una ola de 200 metros que provocó vibraciones en la Tierra durante nueve días, siendo registrada por sensores en todo el mundo. Debido al impacto, los científicos se vieron interesados en investigar el origen de esta señal sísmica, que fue atribuida a un deslizamiento de tierra que arrastró un glaciar en el fiordo Dickson, en Groenlandia.
Los científicos descubrieron que el deslizamiento de tierra fue provocado por el cambio climático, ya que el glaciar que sostenía la montaña se estaba derritiendo debido al aumento de las temperaturas. Esta información fue recopilada a través de imágenes satelitales, fotografías de la Marina danesa y datos sísmicos, que revelaron que 25 millones de metros cúbicos de roca se habían deslizado al agua, creando un megatsunami de 200 metros de altura.
A diferencia de los tsunamis generados por terremotos subterráneos, esta ola quedó atrapada en el fiordo debido a la geografía compleja de la zona. El tsunami se movió de un lado a otro durante nueve días, causando un impacto sin precedentes en el área. Los científicos señalan que este tipo de desplazamientos de tierra son cada vez más frecuentes en el Ártico, lo que refleja la influencia del cambio climático en la región.
A pesar de que el evento tuvo lugar en una zona remota, los científicos advierten sobre la posibilidad de deslizamientos de tierra gigantes que puedan provocar tsunamis en áreas más habitadas. Este tipo de fenómenos, motivados por el cambio climático, representan una amenaza creciente para la población y el entorno natural. Por tanto, se hace necesario realizar más investigaciones para comprender y prevenir estos eventos catastróficos.
El equipo internacional de científicos que investigó este fenómeno señaló la importancia de estudiar cómo el cambio climático está afectando las áreas polares, provocando deslizamientos de tierra y tsunamis. El deslizamiento de tierra en Groenlandia no solo causó un impacto en la región, sino que también generó vibraciones sísmicas en la Tierra que fueron detectadas en todo el mundo. Este evento muestra la necesidad de continuar investigando y monitoreando el impacto del cambio climático en áreas vulnerables como el Ártico.
El estudio publicado en la revista Science destaca la complejidad de los sistemas de fiordos en Groenlandia y cómo estos pueden influir en la propagación de tsunamis generados por deslizamientos de tierra. Los científicos advierten sobre la necesidad de estar preparados para enfrentar eventos extremos causados por el cambio climático y sugieren que este fenómeno en el fiordo Dickson podría ser solo el inicio de una serie de eventos similares en el Ártico. Es fundamental comprender y tomar medidas para mitigar los impactos del cambio climático en estas regiones vulnerables.