En un atentado atribuido a Israel el martes 17 de septiembre, nueve personas murieron en Líbano, incluida una niña, y 2,800 resultaron heridas en un corto período de tiempo. Las explosiones afectaron bíperes y aparatos de comunicación utilizados por los combatientes islamistas para evitar ser detectados. La mayoría de las víctimas eran miembros de Hezbolá. El sector sanitario, ya afectado por la crisis en Líbano, se vio desbordado por la llegada de heridos a los hospitales, y se hizo un llamamiento a los donantes de sangre para ayudar a los afectados.
Sophie Guignon, corresponsal de RFI en Beirut, informa desde el Hospital Universitario Geitaoui, donde la sala de urgencias está abarrotada de pacientes. A pesar de estar saturados, los médicos y enfermeras respondieron a la emergencia y han tratado a la gran cantidad de heridos. La mayoría de los heridos sufrieron heridas en la zona del estómago, las manos y la cara, con 200 de ellos en estado crítico y varios perdiendo la vista. El alcalde de Sohmor tuvo que enfrentar la pérdida de su hijo, quien falleció en el atentado y fue descrito como un héroe por su sacrificio.
La población libanesa está en shock y conmocionada por el atentado, con un sentimiento de rabia y preocupación por posibles represalias. Hezbolá ha acusado a Israel de ser responsable y ha prometido tomar medidas en respuesta. El gobierno ha suspendido clases en escuelas y universidades, cerrado administraciones públicas y planea presentar una denuncia contra Israel ante el Consejo de Seguridad de la ONU. El ataque plantea interrogantes sobre la seguridad de los protocolos de Hezbolá y la existencia de infiltraciones en el grupo, aunque su capacidad militar sigue siendo sólida.
La magnitud del atentado ha dejado una gran cantidad de heridos, principalmente miembros de Hezbolá, muchos de los cuales quedaron temporal o permanentemente fuera de combate. Además de las víctimas, parte de la red de telecomunicaciones de Hezbolá se vio comprometida, planteando dudas sobre la seguridad del grupo. A pesar de esto, el partido liderado por Hassan Nasralá mantiene su determinación de enfrentarse a Israel. Se espera que Nasralá hable sobre el incidente en los próximos días, según lo anunciado por Hezbolá.
El ataque masivo en Líbano ha provocado una ola de indignación y preocupación en el país, con el pueblo libanés exigiendo respuestas y acciones contundentes por parte de las autoridades. La tensión en la frontera con Israel se ha intensificado, siendo Hezbolá y el gobierno libanés firmes en su acusación contra Israel. A pesar de la conmoción causada por el atentado, la población y las autoridades de Líbano están unidas en su determinación de enfrentar esta crisis y buscar justicia por las víctimas.