La inteligencia artificial ha llegado a los concursos de belleza, y Kenza Layli, una influencer virtual de Marruecos, ha sido la ganadora del primer certamen que utiliza esta tecnología, llamado 'Miss Inteligencia Artificial'. Layli, vestida con hiyab, defiende el empoderamiento de las mujeres en tecnología. Aunque Layli y sus rivales no existen, el galardón es real, ofreciendo 5.000 dólares en efectivo a Miss IA, además de programas de tutoría en tecnología y servicios de relaciones públicas.
Kenza Layli agradece al jurado en un video por haberle concedido el premio. La marroquí anima al público a aprovechar la inteligencia artificial para construir un futuro más inclusivo y empoderar a las mujeres en la industria tecnológica. Layli venció a sus rivales no solo por su belleza y causas sociales, sino también por su "gran consistencia facial" y la alta calidad de detalles en las manos, los ojos y la ropa, según Aitana López, una influencer creada con IA que formaba parte del jurado.
El certamen tuvo lugar exclusivamente en las redes sociales, donde Layli y las finalistas reunían cientos de miles de seguidores. En Instagram, las participantes publicaron fotos realizando actividades cotidianas, como observar las estrellas con un telescopio, comer en un restaurante con sus parejas (también creados con IA) y viajar por diferentes partes del mundo. Las concursantes no son ajenas a su contexto político y social, demostrando empatía incluso hacia eventos como el fallecimiento de la madre del rey de Marruecos.
A pesar de que las concursantes abogan por causas sociales en sus perfiles, el concurso no estuvo exento de controversia, ya que todas siguen el canon de belleza tradicional y son jóvenes y delgadas. Sally-Ann Fawcett, jueza de Miss IA, reconoció la falta de diversidad corporal entre las participantes y expresó su deseo de cambiar estos estereotipos y centrar la valoración del jurado en los mensajes sociales de las modelos. El concurso suscitó opiniones diversas debido a este enfoque en la belleza tradicional y la falta de diversidad en los cuerpos de las participantes.
En el concurso, las participantes también expresaron su apoyo a causas sociales como la conservación de los océanos y los derechos del colectivo LGTBI. Sin embargo, la ganadora, Kenza Layli, no se pronunció sobre estos temas debido a la situación en su país, donde los derechos LGTBI aún son una cuestión complicada. A pesar de las críticas, Miss Inteligencia Artificial marcó un hito en la integración de la inteligencia artificial en concursos de belleza y generó debates sobre la representación y diversidad en estos eventos.