El presidente de la Federación de Taxistas del estado de NY (NYSFTD), Antonio Cabrera, está preocupado por el cierre de las aplicaciones de Uber y Lyft a los taxistas en Nueva York, lo que les impide seguir trabajando. El Concejo Municipal aprobó que las empresas deben pagar $17.50 por hora a los taxistas que estén disponibles para trabajar pero no encuentren clientes, una medida que Cabrera considera alarmante.
Cabrera, presidente del consorcio High Class que agrupa a cientos de conductores, expresa su preocupación por la situación, señalando que el pago de $17.50 por hora aumentará eventualmente a $25 o $30, lo que las empresas de Uber y Lyft no están dispuestas a asumir. Al cerrar las aplicaciones a los taxistas, estas empresas evitan tener que cumplir con esta obligación y limitan los derechos laborales de los conductores, como tener seguro y otros beneficios.
El presidente de la NYSFTD considera que los taxistas de Uber y Lyft son considerados independientes al poner su vehículo, seguro, horario y vestimenta, por lo que no deberían estar sujetos a esta regulación de pago por hora. Sin embargo, al bloquear la aplicación, las empresas de ridesharing evitan tener que asumir este costo, lo que resulta en una pérdida significativa de ingresos para los conductores.
Cabrera destaca que durante las horas pico, donde hay una mayor demanda de transporte, el costo de pagar a 50.000 taxistas a $17.50 por hora resultaría en una suma considerable que las empresas de Uber y Lyft no están dispuestas a cubrir. Por lo tanto, el presidente de la NYSFTD insta al Concejo Municipal a revisar esta medida y garantizar que las empresas multinacionales no puedan cerrar las aplicaciones y eludir sus obligaciones de pago a los conductores.
En opinión de Cabrera, es fundamental que el Concejo Municipal intervenga para proteger los derechos laborales de los taxistas en Nueva York y garantizar que reciban un salario justo por su trabajo. Además, enfatiza la importancia de que las empresas de ridesharing cumplan con las regulaciones laborales y no puedan eludir sus responsabilidades al bloquear las aplicaciones a los conductores. En última instancia, se busca asegurar que los taxistas reciban un trato equitativo y justo en su relación laboral con estas empresas.