La inflación es la principal preocupación de los franceses, seguida de la violencia, la inmigración y la salud. A pesar de que la subida de los precios se ha moderado en un 2,3%, los franceses han estado perdiendo poder adquisitivo durante años. Los principales partidos políticos tienen propuestas económicas divergentes para abordar estas preocupaciones.
El próximo domingo se llevarán a cabo las elecciones legislativas en Francia, y muchos ciudadanos votarán teniendo en cuenta sus preocupaciones económicas. La izquierda, representada por la alianza Nuevo Frente Popular, y el partido oficialista Juntos por la República proponen medidas opuestas, mientras que la extrema derecha de la Agrupación Nacional ha cambiado su presupuesto varias veces en una semana.
La financiación del programa económico de la extrema derecha ha generado dudas, ya que han cambiado sus propuestas de gastos de 130.000 a 40.000 millones de euros en solo diez días. Esto ha llevado a cuestionar la credibilidad de sus propuestas, que incluyen medidas populistas como bajar la edad de jubilación y eximir a los menores de 30 años de pagar impuestos.
En cuanto a la izquierda, el Nuevo Frente Popular propone aumentar el gasto público y los impuestos para financiar medidas como el aumento del salario de los funcionarios y la revalorización de las ayudas a la vivienda. También plantean restablecer el impuesto a las grandes fortunas para recaudar 15.000 millones de euros, lo cual ha generado preocupación en el sector empresarial.
El partido oficialista, Juntos por la República, propone continuidad en su política económica, con un aumento de gastos de 7.000 millones de euros y ninguna subida de impuestos. Sin embargo, expertos señalan que existen desafíos importantes en Francia en cuanto al déficit presupuestario y el poder adquisitivo de los ciudadanos, lo cual podría llevar a la necesidad de recortes en el futuro.
En resumen, las elecciones legislativas en Francia se acercan y las propuestas económicas de los principales partidos reflejan visiones divergentes sobre cómo abordar las preocupaciones de los ciudadanos. Desde la lucha contra la inflación hasta la financiación de programas sociales y la gestión del déficit presupuestario, los franceses tendrán que decidir cuál es la mejor opción para sus intereses económicos en las urnas.