Tres misioneros estadounidenses fueron asesinados por bandidos armados en un ataque al orfanato en Lison 49, en Plaine, al norte de Puerto Príncipe, que ha estado bajo control de bandas armadas durante varios meses. Dos de las víctimas eran la hija y el yerno del legislador estadounidense Ben Baker. Davy y Natalie Lloyd trabajaban para Missions in Haiti Inc., una organización fundada por los padres de Davy, que gestiona una escuela en Lizon para más de 240 estudiantes.
Natalie Lloyd se unió a la organización en agosto de 2022 y se casó con Davy en junio de ese mismo año. Ella participaba activamente en actividades con los niños haitianos en la House of Compassion, colaborando también en la escuela ACE. Davy, por su parte, se dedicaba a varios proyectos necesarios en el complejo de la misión, como la construcción de un cuarto de lavado y la reparación de baños. La pareja compartía su dedicación por ayudar a las comunidades necesitadas a través de sus redes sociales, donde publicaban fotos de los niños con los que trabajaban.
La misión en Haití, que opera desde 2008, ha sido un bastión para la educación y el apoyo a los niños desfavorecidos en la región. Con una escuela que alberga a cientos de estudiantes, la organización ha brindado oportunidades educativas a jóvenes que de otra manera no tendrían acceso a la enseñanza. La trágica pérdida de Davy y Natalie Lloyd ha conmocionado a la comunidad local y a sus familiares en Estados Unidos.
El asesinato de los misioneros estadounidenses ha generado una ola de indignación y condena en la sociedad haitiana y en la opinión pública internacional. La inseguridad y la violencia en la región han alcanzado niveles alarmantes, poniendo en peligro la vida de civiles inocentes y trabajadores humanitarios que buscan ayudar a los más vulnerables. Las autoridades haitianas están investigando el incidente y buscando a los responsables para llevarlos ante la justicia.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó su consternación por el asesinato de la hija del legislador Ben Baker en Haití, calificando el hecho como una tragedia. La comunidad internacional se solidariza con los familiares de las víctimas y exige justicia para los misioneros caídos en el cumplimiento de su labor humanitaria. Es imperativo que se tomen medidas urgentes para garantizar la seguridad de los trabajadores humanitarios en zonas de conflicto y violencia como la región de Plaine en Haití.