Para enfrentar el riesgo de desempleo en la República Dominicana, se plantea la importancia de combinar los mejores instrumentos, como la cesantía y el seguro de desempleo, para promover el empleo y la formalidad laboral. Durante décadas, el país ha enfocado su atención en la cesantía como principal herramienta, pero existe un debate sobre si debería priorizarse el seguro de desempleo como una alternativa más efectiva.
La experiencia indica que la solución más eficiente para enfrentar el riesgo de desempleo no radica en enfocarse únicamente en una sola política, sino en crear un sistema integral de protección que combine políticas activas y pasivas. En el caso de la cesantía, se ha observado que las indemnizaciones pueden tener efectos no deseados, como renuncias forzadas y disputas legales. Por otro lado, el seguro de desempleo, aunque beneficia a trabajadores asalariados de ingresos medios, puede no ser accesible para los trabajadores más pobres debido a la informalidad laboral en la región.
En cuanto al financiamiento del seguro de desempleo, existe la preocupación de que si se financia a través de aportes estatales, podría beneficiar principalmente a trabajadores de mayores ingresos. Algunos sugieren que el seguro debería ser financiado únicamente por las empresas, lo cual podría generar resistencia y mayor informalidad laboral. Por otro lado, las Cuentas de Ahorro Individual por Desempleo son consideradas una opción más favorable, ya que internalizan en los trabajadores el costo de los beneficios de desempleo y evitan el riesgo moral presente en otros esquemas de seguro.
Las Cuentas de Ahorro Individual por Desempleo ofrecen ventajas como la posibilidad de evitar comportamientos no deseados orientados a evitar el pago de beneficios. Al operar con bajos costos de administración y utilizar la institucionalidad financiera existente, estas cuentas pueden ser una herramienta efectiva para enfrentar el riesgo de desempleo. Sin embargo, existen desafíos como restricciones de liquidez y baja valoración de los fondos acumulados, que pueden incentivar la sobre-utilización de los recursos acumulados.
En resumen, la protección contra el desempleo debe ser diseñada considerando tanto políticas activas como pasivas para abordar el riesgo de desempleo. Es necesario combinar los mejores instrumentos disponibles para promover el empleo y la formalidad laboral en el país, evitando posibles efectos no deseados de las políticas existentes. En este sentido, es importante evaluar detenidamente las opciones disponibles y buscar soluciones integrales que beneficien a todos los sectores de la población.