La exposición retrospectiva de Iván Tovar ha tenido un gran éxito en las subastas europeas de arte, siendo reconocido como el único artista surrealista dominicano. La exposición "Diálogos Oníricos" en el Museo Bellapart ha logrado evitar el monólogo apasionado, presentando una versión histórica y colectiva del surrealismo en el arte dominicano, incluyendo obras de otros artistas como Eugenio Fernández Granell, Jaime Colson, Clara Ledesma, Gilberto Hernández Ortega y Jorge Noceda Sánchez.
La relación de amistad entre Eugenio Fernández Granell y Iván Tovar es evocada en la exposición, mostrando el profundo respeto y admiración que se tenían mutuamente. Fernández Granell, exiliado español y militante, tuvo una gran influencia en la escena artística dominicana y fue cofundador de la Poesía Sorprendida. Su obra en la muestra abarca desde dibujos y pinturas hasta un tapiz espectacular, reflejando su evolución artística y su enfoque surrealista.
La influencia de Eugenio Fernández Granell se ve reflejada en artistas como Clara Ledesma, Gilberto Hernández Ortega, Jaime Colson y Jorge Noceda Sánchez. Ledesma destaca por su surrealismo natural y la poesía en sus obras, mientras que Hernández Ortega muestra una pluralidad estilística y expresiva, incluyendo elementos de realismo fantástico. Jaime Colson, por su parte, se dedicó a plasmar el Cuerpo en sus pinturas, combinando elementos surrealistas con una estética académica.
Jorge Noceda Sánchez, un exponente valioso del surrealismo dominicano, merece mayor estima por su contribución artística, que ha sido redescubierta recientemente en una exposición del Ministerio de Cultura. Sus obras, con ambientes desérticos y figuras estáticas, captan la atención del espectador y demuestran su maestría en el surrealismo. El Museo Bellapart ha logrado situar su obra a su justo valor en la exposición "Diálogos Oníricos".
La importancia de Iván Tovar como escultor se destaca en la exposición, presentando obras impactantes y singulares que combinan agresividad, sensualidad y singularidad. Sus esculturas, como la proverbial Silla adulta y el Demonio de la Selva Virgen, son protagonistas en la muestra junto a sus pinturas. Agradecemos al Museo Bellapart y a Myrna Guerrero por esta exposición que nos invita a soñar, enseñar y fascinar con el surrealismo dominicano.