Disney+ ha decidido seguir los pasos de Netflix y poner fin a las cuentas compartidas. La compañía ha implementado esta medida en Estados Unidos, Canadá, Costa Rica, Guatemala, Europa y Asia-Pacífico. Cada suscripción está destinada a ser utilizada dentro de un hogar, que se define como un conjunto de dispositivos asociados con una residencia. Aquellas personas que no pertenezcan a dicho hogar deberán suscribirse y pagar su propia cuenta, o podrán ser agregados como Miembros adicionales a otra cuenta pagando un suplemento mensual. Por ejemplo, en Estados Unidos, añadir un Miembro adicional tendrá un costo adicional de 6,99 dólares al mes para las suscripciones a Disney+ Basic y 9,99 dólares al mes para las suscripciones a Disney+ Premium.
Como alternativa al Miembro adicional, las personas que no pertenezcan a un hogar tendrán que registrarse para obtener su propia suscripción. Los titulares de cuenta pueden transferir un perfil existente a una nueva suscripción o a un Miembro adicional para conservar el historial y la configuración de visualización de Disney+ de ese perfil. Sin embargo, los perfiles de los titulares, perfiles de menores y perfiles configurados en Modo Junior no pueden ser transferidos. A pesar de estas restricciones, los usuarios podrán seguir viendo Disney+ en dispositivos compatibles cuando estén fuera de casa o de viaje. En caso de recibir el mensaje "Este dispositivo no parece ser parte del hogar para esta cuenta", el usuario podrá indicar que está fuera de casa o actualizar la cuenta si se ha mudado y necesita restablecer la ubicación del hogar.
La medida de poner fin a las cuentas compartidas busca garantizar que las suscripciones a Disney+ se utilicen de acuerdo con los términos establecidos por la compañía y que todos los usuarios paguen por el contenido que consumen. Al igual que Netflix, Disney+ ha optado por implementar un sistema de Miembros adicionales para aquellos que deseen compartir una cuenta entre diferentes hogares. Los costos asociados con la adición de Miembros adicionales varían dependiendo del tipo de suscripción, siendo más caro para las suscripciones Premium. Esta decisión ha generado cierta controversia entre los usuarios, ya que muchos están acostumbrados a compartir cuentas con familiares o amigos para reducir costos.
La implementación de esta medida ha sido gradual en diferentes regiones, comenzando por Estados Unidos y expandiéndose a Canadá, Costa Rica, Guatemala, Europa y Asia-Pacífico. Aunque ha generado cierta incomodidad entre los usuarios habituales de Disney+, la compañía busca garantizar una mayor equidad en el uso de sus servicios y asegurarse de que todos los usuarios cumplan con los términos de suscripción. Aquellos que deseen seguir compartiendo cuentas deberán pagar un suplemento mensual para agregar Miembros adicionales, lo que podría resultar en un aumento en los costos mensuales para ciertos usuarios.
En resumen, Disney+ ha tomado la decisión de acabar con las cuentas compartidas y limitar su uso a un solo hogar. Aquellas personas que no pertenezcan al hogar designado deberán suscribirse y pagar su propia cuenta o podrán ser agregados como Miembros adicionales pagando un suplemento mensual. A pesar de la controversia generada por esta medida, la compañía busca asegurar una utilización justa y equitativa de sus servicios, siguiendo los pasos de otras plataformas como Netflix. Los usuarios que deseen seguir compartiendo cuentas con familiares o amigos deberán pagar un costo adicional, lo que podría resultar en un aumento en los gastos mensuales para algunos.