Francisco Alberto López Reyes ha aceptado irse de manera voluntaria en extradición hacia los Estados Unidos para enfrentar los cargos de tráfico de fentanilo, metanfetaminas y lavado de activos. Los jueces de la Segunda Sala Penal de la Suprema Corte de Justicia dispusieron la extradición de José Ismael Dilone Rodríguez después de que aceptara el proceso abreviado para irse voluntariamente a responder por los cargos que se le imputan. El tribunal, presidido por Francisco Jerez Mena e integrado por otros jueces, dejó constancia de que el reclamado en extradición aceptaba irse de manera voluntaria para enfrentar los cargos en su contra. La Procuraduría General de la República fue encargada de tramitar y ejecutar esta decisión de acuerdo con las leyes y la Constitución de la República. La solicitud de extradición fue presentada por el Departamento de Cooperación Internacional y Extradiciones de la Procuraduría General de la República, dirigido por el magistrado Andrés Chalas Velásquez. En la audiencia, las autoridades norteamericanas estaban representadas por la abogada Analdis Alcántara Abreu.
Francisco Alberto está siendo señalado como líder de una organización que fabricaba medicamentos falsificados que contenían fentanilo y metanfetamina. Según el fiscal del Distrito Sur de Nueva York, Francisco Alberto López Reyes trabajó junto a 17 personas en República Dominicana, Estados Unidos y la India. López Reyes fue acusado de conspiración para el tráfico de estupefacientes con resultado de muerte, distribución de estupefacientes con resultado de muerte y conspiración para cometer lavado de dinero, siendo condenado a cadena perpetua obligatoria. Se ha destacado que la proliferación de farmacias falsas en línea está alimentando la epidemia de fentanilo en los Estados Unidos y que López Reyes ha dirigido una red mundial de sitios web que comercializaban píldoras letales de fentanilo destinadas a imitar medicamentos recetados legítimos. Estas pastillas eran vendidas en al menos 40 sitios web que parecían reales y que incluso contenían reseñas de supuestos clientes y chatbots para responder preguntas.
Los laboratorios donde se fabricaban estas pastillas fueron descubiertos en sótanos de edificios en Manhattan y el Bronx, Nueva York. Hasta el momento, se han atribuido nueve muertes a causa del consumo de estas pastillas, incluyendo la de una veterana de la armada estadounidense. Las autoridades indican que las pastillas falsificadas imitaban las formas y los colores de pastillas legítimas de oxicodona y adderall, pero contenían drogas ilegales como fentanilo y metanfetamina. El fiscal Damián Williams señaló que las víctimas de este plan incluyen personas de todas las edades y ocupaciones de diferentes lugares. Es importante destacar que los falsificadores han sido acusados de comercializar, fabricar y vender agresivamente estas píldoras letales en varios países, lo que ha generado graves consecuencias para la salud de quienes las consumen.
En este sentido, Francisco Alberto López Reyes ha sido identificado como el principal sospechoso en este caso y se ha revelado que la red de sitios web que dirigía junto a sus lugartenientes ha generado graves problemas de salud a nivel mundial. La operación ilegal de fabricación, venta y distribución de estas pastillas ha tenido un alcance significativo y ha dejado un rastro de muertes a lo largo de varios años. Las autoridades destacan que estas prácticas ilegales representan una grave amenaza para la salud pública y que es fundamental combatir este tipo de actividades delictivas. A través de la extradición voluntaria de Francisco Alberto López Reyes hacia los Estados Unidos, se espera que se haga justicia y que se puedan esclarecer los hechos para asegurar que los responsables enfrenten las consecuencias de sus acciones. La cooperación internacional en casos de tráfico de drogas y lavado de activos es fundamental para combatir el crimen organizado a nivel mundial y proteger a la población de las graves consecuencias de este tipo de actividades ilegales.