El eclipse total del 8 de abril es un momento excepcional para los astrónomos, ya que son eventos raros que representan una increíble oportunidad científica. El fenómeno astronómico iniciará a las 9:51 de la mañana en la costa oeste de México y durará alrededor de 4 minutos, siendo visible en los estados de Durango, Coahuila y en Texas. La Luna cubrirá por completo el disco del Sol, permitiendo observar la corona solar, la capa exterior de la atmósfera solar. Este evento proporcionará datos para comprender por qué el calor de esta región aumenta con la distancia, así como los cambios en la ionosfera terrestre, que puede afectar las comunicaciones y los GPS.
Los científicos aprovecharán este eclipse para estudiar la ionosfera terrestre y medir los cambios que se producen durante el fenómeno. Tres pequeños cohetes de sondeo serán lanzados antes, durante y después del eclipse desde Virginia, en el este de Estados Unidos, para recopilar datos valiosos. La reducción de luz por el eclipse permitirá comprender mejor cómo afecta la luz a la ionosfera, ya que es más rápida y localizada que durante una puesta de sol. Además, se espera analizar cómo el Sol afecta a las partículas de la ionosfera, las cuales se cargan de electricidad bajo la radiación solar durante el día.
En la Tierra, los eclipses también pueden influir en el comportamiento de los animales. Se observan cambios como gallos y grillos que dejan de cantar, jirafas que huyen al galope, o pájaros que modifican su vuelo. El zoológico de Granby en Québec, ubicado en la trayectoria del eclipse, estará vigilando de cerca el comportamiento de macacos, osos, cebras y leopardos durante el fenómeno. En Estados Unidos, se estima que 31 millones de personas podrán ver el eclipse solar completo, con miles adquiriendo gafas especiales para proteger su visión. Habrá una transmisión del evento en la página del Museo del Espacio en Washington y un festival al aire libre en el National Mall.
El próximo eclipse solar visible desde la costa Este de Estados Unidos está previsto para el año 2078, lo que hace de este evento aún más especial para los observadores en dicha región. Los astrónomos y científicos están ansiosos por aprovechar esta oportunidad única para recopilar datos valiosos sobre la corona solar, la ionosfera terrestre y los posibles efectos en los comportamientos animales. Además, se espera que la reducción de luz por el eclipse permita investigar de manera más detallada cómo la luz afecta a la ionosfera y cómo se pueden prevenir posibles problemas en las comunicaciones y los sistemas de navegación.