El principal candidato opositor en las últimas elecciones presidenciales de Venezuela, Edmundo González, tiene planes de regresar a Caracas para asumir el cargo de jefe de Estado en el futuro. Aunque no especifica cuándo o cómo se llevará a cabo su regreso, está claro que no tiene intenciones de ser investido en su actual exilio en España.
González ha rechazado la idea de renunciar a volver a Venezuela, y tiene marcado en su calendario el 10 de enero, fecha en la que se supone que finaliza el mandato de Nicolás Maduro y el ganador de las elecciones del 28 de julio debe asumir el cargo. A pesar de que el chavismo proclamó a Maduro como ganador, González afirma que él fue el verdadero ganador con más de siete millones de votos y espera que se respete la voluntad popular.
El candidato opositor aboga por recuperar la democracia y la institucionalidad en Venezuela, y considera que Maduro no debería tomar posesión el 10 de enero. González quiere ser él quien asuma el “mandato constitucional” y aunque no revela cómo planea regresar, evita descartar posibles ofertas de colaboración de terceros países para facilitar su regreso.
González destaca la diferencia entre su situación y la de Juan Guaidó, quien fue reconocido por más de cincuenta países como presidente de la Asamblea Nacional en 2019. Asegura que ahora se trata de expresar la soberanía popular a través de las urnas, en lugar de aplicar un artículo de la Constitución como en el caso de Guaidó.
En las próximas semanas, se espera que el debate sobre el eventual reconocimiento de González como presidente electo se reabra en la escena internacional. Países como Italia y Estados Unidos ya han dado pasos en ese sentido, aunque González aclara que no ha tenido contacto directo con el presidente estadounidense Donald Trump, pero sí ha habido conversaciones entre sus equipos.
A pesar de la incertidumbre sobre su regreso y su investidura, González se muestra positivo ante los retos que se avecinan. Su objetivo es restaurar la democracia y la institucionalidad en Venezuela, y espera contar con el apoyo de la comunidad internacional para lograrlo. Su determinación de regresar a su país y asumir la presidencia demuestra su compromiso con liderar un cambio político en Venezuela.