Según la Unesco, el 62% de los creadores de contenido digital no verifican de manera sistemática la información antes de compartirla con sus audiencias. Este dato surge de un estudio titulado 'Behind the Screens', en el que se analizó la acción de 500 creadores de contenido de 45 países y 8 regiones lingüísticas diferentes. La mayoría de los creadores tienen menos de 35 años y entre un millar y diez mil seguidores en redes, siendo considerados como 'nano-influencers', que representan el 68% del sector.
El estudio destaca la urgente necesidad de reforzar las competencias de los creadores para la alfabetización mediática e informativa, incluyendo la identificación y uso de fuentes fiables. Además, revela que el 62% de los encuestados no verifican la exactitud de la información antes de compartirla con sus seguidores, a pesar de ser una fuente importante de análisis y actualidad para ellos. Entre los factores que utilizan para medir la credibilidad de los mensajes se encuentran el número de 'me gusta' o reproducciones, la fuente de confianza y la reputación del autor.
El informe también menciona que muchos creadores desconocen las regulaciones sobre el derecho a la información y la libertad de expresión, además de enfrentarse a retos como los discursos de odio y dilemas éticos sobre derechos de autor, contenido patrocinado y sensacionalismo. Por ello, se destaca la necesidad de formación y apoyo a los creadores de contenido digital, ya que la mayoría no pertenecen a asociaciones profesionales y carecen de orientación.
La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, subrayó la importancia de proporcionar más formación a los creadores de contenido digital, quienes tienen un papel crucial en el ecosistema de la información y atraen a millones de personas con noticias culturales, sociales o políticas. En línea con esto, la Unesco ha lanzado el primer curso mundial para formar a estos comunicadores, en el que ya se han inscrito 9.000 personas desde su lanzamiento el pasado 18 de noviembre.
En resumen, el estudio resalta la falta de verificación de la información por parte de los creadores de contenido digital y la necesidad de reforzar sus competencias para la alfabetización mediática e informativa. Se mencionan también los retos que enfrentan, como los discursos de odio y dilemas éticos, así como la importancia de proporcionar formación y apoyo a estos creadores para garantizar una difusión responsable de la información en línea.