La Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 12 de agosto de 1999 como el Día Internacional de la Juventud, con el objetivo de destacar el papel de los jóvenes como agentes de cambio y concienciar sobre los desafíos que enfrentan. Esta celebración anual busca dar voz a la juventud y reconocer sus acciones e iniciativas.
En España, más del 70% de los jóvenes que trabajan aún viven con sus padres, con una edad promedio de emancipación de 30,4 años, según datos del Observatorio de la Emancipación. A pesar de que la tasa de emancipación juvenil ha aumentado hasta el 17%, sigue siendo más baja que la media europea y lejos del pico alcanzado antes de la crisis económica en 2007. Los jóvenes europeos suelen independizarse a una edad más temprana que los españoles, a los 26,3 años en promedio.
El costo de alquilar una vivienda en España es alto, alcanzando los 968 euros al mes, lo que dificulta la independencia de los jóvenes. Los salarios de los jóvenes no han aumentado de forma proporcional a los precios de la vivienda y suministros, lo que ha llevado a más jóvenes a endeudarse para poder independizarse. La presidenta del Consejo de la Juventud de España ha expresado la necesidad de soluciones urgentes para abordar la crisis de vivienda que enfrentan los jóvenes en el país.
El estudio realizado por el observatorio también destaca que el 30% de los jóvenes en España están en riesgo de pobreza, con una tasa aún más alta entre los jóvenes que trabajan. A pesar de que la tasa de emancipación es mayor entre los jóvenes empleados, solo el 29,6% de ellos viven fuera del hogar familiar. La precariedad laboral contribuye a que muchos jóvenes no puedan independizarse, lo que se refleja en que el 83% de los jóvenes no lo hacen.
En el Día Internacional de la Juventud, es importante recordar la importancia de brindar oportunidades a los jóvenes y apoyarlos en su transición a la vida adulta. La celebración de este día sirve como un recordatorio de la importancia de escuchar y valorar las opiniones de los jóvenes y trabajar en conjunto para crear un futuro mejor para todos. La situación de los jóvenes en España refleja los desafíos a los que se enfrentan en términos de empleo, vivienda y autonomía financiera, señalando la necesidad de políticas y medidas que apoyen su desarrollo y bienestar.