Los residentes del sector Arroyo Bonito de Manoguayabo, en Santo Domingo Oeste, se encontraban enojados y desconcertados ayer debido a que la cañada que dejaron a medias las autoridades rebosó su capacidad, inundando muchas viviendas. Cada vez que llueve, el agua arrastra la basura de los barrios cercanos, obstruyendo la pequeña alcantarilla del puente de Arroyo Bonito. Los residentes se quejan de la falta de continuidad en la construcción de la cañada y la falta de mantenimiento en el área.
Bárbara Francisco, una de las residentes afectadas, señala que cualquier cantidad de lluvia desborda la cañada y afecta a la comunidad. Cecilio Morillo Beltré explica que el túnel del puente es muy estrecho, por lo que se tapa fácilmente cuando la cañada crece y arrastra desechos y basura. Morillo destaca que unas 2 mil casas se ven afectadas por esta situación, y critica la falta de acción por parte de las autoridades para resolver el problema.
Manuel Emilio Ramírez, fundador de la zona, describe cómo los ingenieros de la CAASD y la Presidencia de la República dejaron la obra inconclusa, lo que ha causado el desbordamiento de la cañada. Ramírez sugiere que al menos si se limpiara la basura acumulada, se evitarían algunas inundaciones. Los residentes se ven obligados a tomar medidas por su cuenta cada vez que llueve, como sacar el agua para proteger sus pertenencias.
Los lugareños coinciden en que las autoridades, tanto a nivel gubernamental como municipal, solo se interesan por el sector durante las campañas políticas, pero no brindan apoyo en situaciones de desastre. Critican la falta de atención a largo plazo y la ausencia de soluciones efectivas por parte de las autoridades para abordar el problema de la cañada desbordada en Arroyo Bonito. Los residentes se sienten abandonados y desprotegidos.
La comunidad de Arroyo Bonito continúa luchando por resolver el problema de la cañada desbordada y las inundaciones recurrentes que afectan a sus hogares. A pesar de los esfuerzos individuales de los residentes para proteger sus propiedades, la falta de acción por parte de las autoridades genera frustración y desconfianza en la población. Es necesario que las autoridades tomen medidas concretas y a largo plazo para prevenir futuras inundaciones y garantizar la seguridad de los residentes de la zona.