La alimentación saludable y sostenible está en tendencia, y muestra de ello es el auge gastronómico de 2024 que se centra en las opciones plant-based (basadas en plantas). Este movimiento culinario no solo satisface los paladares más exigentes, sino que también responde a las crecientes demandas de los consumidores por productos nutritivos, éticos y respetuosos con el medio ambiente. El mercado de proteínas alternativas e innovaciones plant-based ha captado la atención de los entusiastas de la alimentación, ofreciendo una amplia gama de opciones no cárnicas y sustitutos lácteos.
Sin embargo, los consumidores actuales van más allá de la simple sustitución, buscan etiquetas con ingredientes de origen vegetal cuidadosamente seleccionados y ordenados. Según un informe de las firmas de consultoría estratégica global, Boston Consulting Group (BCG) y la desarrolladora Blue Horizon (BHC), el futuro de la alimentación apunta hacia una revolución vegetal sin precedentes. Desde el año 2023, las alternativas creadas a base de plantas son equiparables en precio, textura y sabor a la carne convencional, mientras que se prevé que para el 2035, el 90% de los platos más populares del mundo tendrán su variante vegetal sin perder su sabor.
La comida plant-based se refiere a aquellos alimentos elaborados exclusivamente con ingredientes de origen vegetal. Generalmente, los productos etiquetados como plant-based son sustitutos de carne o pescado, ofreciendo una alternativa vegetal a estas proteínas animales. También actúan como reemplazo de lácteos, brindando opciones para todo tipo de dietas gracias a su composición a base de verduras, frutas, frutos secos o legumbres. Una dieta plant-based prioriza la presencia de alimentos de origen vegetal, evitando así la introducción de ultraprocesados.
Sin embargo, este estilo de alimentación no busca eliminar por completo la comida origen animal, sino más bien reducir tanto en frecuencia como en cantidad la ingesta de proteína animal en favor de la vegetal. Además, la comida plant-based no solo abarca los aspectos nutricionales, sino que también contempla aspectos éticos y medioambientales al promover un sistema alimentario más respetuoso con la naturaleza y los animales. Estas alternativas vegetales también contribuyen a la reducción de la huella ecológica y a la lucha contra el cambio climático al requerir menos recursos naturales para su producción.
En resumen, la tendencia de la comida plant-based va en aumento debido a su capacidad para satisfacer las demandas de una sociedad cada vez más preocupada por su salud, el bienestar animal y la sostenibilidad del planeta. Con una amplia gama de opciones no cárnicas y sustitutos lácteos, este movimiento culinario se posiciona como una alternativa viable y deliciosa para aquellos que buscan adoptar un estilo de alimentación más saludable y ético. El futuro de la alimentación parece estar encaminado hacia una mayor inclusión de alternativas vegetales en la dieta diaria, transformando así la manera en que nos alimentamos y dándole un giro positivo a nuestra relación con la comida y el medio ambiente.