El Banco Mundial ha expresado su apoyo a la reforma fiscal presentada por el gobierno a la Cámara de Diputados, destacando la complejidad del sistema tributario en la región y la necesidad de simplificarlo, incluyendo el de República Dominicana. Según el jefe de la institución para América Latina y el Caribe, William F. Maloney, es urgente lograr un equilibrio fiscal en la región.
En el informe económico titulado "Impuestos a la riqueza para la equidad y el crecimiento", presentado este miércoles, el Banco Mundial aboga por estudiar los impuestos a la riqueza como una alternativa para generar espacio fiscal, igualar los ingresos y estimular el crecimiento económico. Maloney mencionó la posibilidad de reducir la carga impositiva sobre el sector productivo y trasladar estos impuestos hacia la riqueza.
Actualmente, América Latina y el Caribe cuentan con algunos de los impuestos a las corporaciones más altos a nivel mundial, con un promedio del 24,7 %, superando el promedio de la OCDE (23,9 %) y de Asia (19 %). A pesar de esto, la región solo recauda el 2,7 % de sus ingresos a través de impuestos a la riqueza, mientras que en América del Norte se alcanza el 12,8 % y en Europa occidental y central el 4,3 %.
El informe del Banco Mundial resalta la importancia de revisar el sistema tributario en la región para garantizar un equilibrio entre la carga impositiva y la generación de ingresos. Se destaca la necesidad de simplificar el sistema en República Dominicana y en otros países de la región, a fin de promover un crecimiento económico sostenible y equitativo.
La propuesta de reforma fiscal presentada por el gobierno ha recibido el respaldo del Banco Mundial, que considera necesario impulsar medidas para mejorar la eficiencia de la recaudación fiscal y promover la equidad en la distribución de ingresos. Se espera que esta reforma contribuya a generar espacio fiscal necesario para incentivar el crecimiento económico en la región.
En resumen, el Banco Mundial aboga por simplificar el sistema tributario en América Latina y el Caribe, incluyendo República Dominicana, para lograr un equilibrio fiscal y estimular el crecimiento económico. Se destaca la importancia de revisar los impuestos a la riqueza como una alternativa para generar ingresos y promover la equidad en la región.